Vinculado al hotel Dolce Sitges, el Esmarris coge su nombre de un plato típico de la Costa Dorada, un preparado de pescadores que coincide con el aire marinero que encontramos en la carta. La otra pata es la carne, para formar combinaciones de mar y montaña tan características de la cocina catalana.
Ejemplos de ello, el arroz caldoso con sepia, rape y alitas de pollo, que es una de las estrellas de una carta de temporada que también flirtea con la vanguardia y sobre todo con el producto fresco directamente llegado de las lonjas. No dejéis de probar su cuidada selección de jamón y atención a los postres que llegan en bandeja: los vasitos del chef son una selección de preparados que el cliente ve y escoge por el nombre tan sonoro pero sobre todo por su aspecto irresistible.
Finalmente, capítulo aparte merece su terraza, con vistas panorámicas del Parque Natural del Garraf, el decorado perfecto para endulzar cualquier velada romántica.
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