Escapada al Berguedà: tierra de setas y de colonias industriales

Un esbelto campanario y un cimborrio considerable sobresalen en el perfil de Gironella. Si mirando arriba la construcción neogótica de Alexandre Soler es la clara dominante, al mismo nivel el encanto se encuentra en las calles retorcidos de herencia medieval y en el paso del Llobregat por el centro de la población. Algunos elementos arquitectónicos concretos que no os podéis perder son la torre de Cal Metre, la casa solariega Teixidor Bassacs, la iglesia vieja de Santa Eulalia, o el puente gótico del siglo XIV. Todo esto y más veréis en Gironella.

Al sur de Gironella, y de hecho formando parte del mismo municipio, vamos esta mañana a Viladomiu Nou, una colonia industrial. Es recomendable acercarse a la Torre del Amo, donde hoy está ubicada la Oficina de Turismo del Parque Fluvial del Llobregat. En la torre residió Tomàs Viladomiu y su familia, impulsor tanto de la colonia de Viladomiu Nou como de la vecina Viladomiu Vell. Aunque no se tiene la certeza absoluta, el edificio se atribuye a Valentí Canudas, y en el interior podremos conocer cómo vivían los dueños de una colonia industrial. En Viladomiu Nou damos una vuelta completa para visualizar otros muchos elementos comunes a todas las colonias: las viviendas de los obreros (102 en este lugar, y hoy en día todavía residen aquí cerca de 200 personas), la iglesia, la guardería, el escuela, la fábrica, o incluso un teatro-cine.

Por la tarde todavía queremos adentrarnos un poco más en el mundo de las colonias industriales. Cal Vidal fue la última que se construyó. Ignasi Vidal, descendiente de una familia manresana destacada en la manufactura de la seda, compró los que prácticamente eran los últimos terrenos que quedaban disponibles en la comarca tocando al Llobregat para alzar su fábrica y, en su entorno, la colonia. Encontramos un museo muy completo para conocer qué significaba vivir y trabajar en una colonia textil, y además, si realizáis la visita con guía, os llevarán a descubrir todos los rincones de Cal Vidal, desde la fábrica hasta las tiendas, y también podréis entrar en una de las viviendas.

La escapada que os presentamos en este reportaje está pensada para hacerla en otoño o en invierno. Así que en esta época -sobretodo en otoño- no podéis dejar pasar la oportunidad de acercaros al mundo micológico del Berguedà. Como no conocemos vuestras habilidades a la hora de ir a buscar setas por los bosques, y tampoco quisiéramos que por culpa nuestra os perdierais, más vale que apostemos a caballo ganador y os animamos a ir a alguno de los mercados que tienen lugar en estas tierras. Encontraréis setas, níscalos, negrillas, rebozuelos... Tanto el Mercado de la Seta de Cal Rosal como el de Guardiola de Berguedà abren cada día entre los meses de septiembre y de noviembre. O sea que os podréis llevar a casa una buena elección de setas para preparar los platos más sabrosos, y si os queda tiempo conocer también las poblaciones de Olvan y de Guardiola de Berguedà antes de emprender el camino de regreso.