Día 1: el duro trabajo de los mineros
El primer lugar donde nos dirigimos es a Sant Corneli de Cercs. Aquí, a 920 metros de altitud, la explotación minera que a lo largo de 140 años desarrolló la empresa Carbones de Berga, SA, llenó de vida este lugar. De vida, y también de muerte, porque como es sabido las condiciones de trabajo de los mineros eran de lo más duras, y desgraciadamente muchos perdieron la vida en las profundidades de la tierra. La visita a las Minas de Cercs sirve para recordarlos y homenajearlos, al tiempo que aprendemos un montón sobre la extracción del carbón y también sobre la vida en la colonia. Una colonia que fue de las más importantes del país, con unas 3.000 personas en su momento más álgido, y que hoy conserva poco más de un centenar de habitantes.
Antes de adentrarnos en la mina damos un paseo por el museo, que nos presenta una amplia y didáctica explicación, reproduciendo espacios de la colonia como un aula de escuela o el dispensario, y también podremos seguir un par de audiovisuales sobre las reivindicaciones mineras más importantes que hubo en la zona, en los años 1932 y 1977. Se entra también en la vivienda de un minero de la década de los cuarenta del pasado siglo, y se proyecta un audiovisual sobre la cuenca minera del Alt Berguedà. Hace unos años se ampliaron las exposiciones permanentes con la titulada 'El espectáculo de la Mina', donde se muestran los dos sistemas de explotación de la minería del siglo XXI, la subterránea y a cielo abierto, pero todo ello explicado a través de unos arqueólogos del futuro y con hologramas y efectos innovadores de imagen y sonido, tales como recursos 3D y un juego de rol con proyecciones interactivas.
Y ahora sí, llega el momento de dejar atrás realidades virtuales, ponerse el casco y, con el tren, entrar en las galerías de verdad, recorriéndolas medio kilómetro, donde acabaremos de conocer este mundo que seguro que a muchos visitantes les queda lejano.