Escapada al Bages: todos los secretos de una Denominación de Origen

El primer punto de visita está situado en Artés, en el extremo oriental del Pla de Bages, y en concreto en el Celler Cooperatiu del municipio. Y es que aquí, y no es poca cosa, nació la primera cooperativa de todo el Estado español que se dedicó a la elaboración del cava, ¡hace 108 años! Bueno, de hecho aquellos productores seguramente lo llamaban champán. Todavía hoy el vino espumoso ocupa la parte más importante del trabajo de la bodega: salen de aquí 100.000 botellas cada año de las marcas Artium y Lluís Guitart.

Para realizar un itinerario guiado por la bodega es preferible que lo reservéis con antelación. Viviréis un recorrido por el siglo largo de historia de este lugar, os explicarán los procesos de elaboración tanto del vino como del cava, y acabaréis, como no puede ser de otra forma, con una cata de los vinos más representativos de la cooperativa.

En esta escapada, ya os lo decíamos, visitaremos varias bodegas, pero enseguida comprobaréis que cada una tiene sus peculiaridades y sus encantos. Si ayer conocíamos una histórica, hoy descubriremos otra que, entre los atractivos que presenta, está el conservar algunas barracas de viña, edificaciones de piedra que son testimonio de que la pasión por las cepas en la comarca no es, ni lejos, una moda de hace cuatro días. De hecho, puede que algunos no sepáis que el nombre de Bages viene de Baco, nombre del dios romano del vino. La bodega a la que nos estamos refiriendo, y que os proponemos visitar esta mañana, es la Abadal, en Santa Maria d’Horta d’Avinyó, inmersa en un paraje cautivador. Además de adentraros en la bodega, también conoceréis el Museo del Vino, en una masía del siglo XII, y las ya mencionadas barracas de viña. En este caso tampoco faltará la cata final.

Por la tarde, hemos pensado de llevaros al Mas de Sant Iscle, dentro del término municipal de Sant Fruitós de Bages. Aquí, en el corazón del Pla de Bages, se elaboran vinos desde principios del siglo XIX, poniendo especial atención en el Picapoll, la variedad autóctona, y en la recuperación del Picapoll Negro. La proximidad de la masía –documentada desde el año 950– a los viñedos conlleva que la visita siempre empiece en la tierra, y, según en qué momento del año nos encontremos, podremos conocer un u otro trabajo del agricultor. Después entraréis en la bodega y, luego, como ya os podéis imaginar, llega el momento de probar los vinos. Sabed que en este lugar también programan a lo largo del año conciertos de jazz y de música clásica, y que también se puede comer.

Manresa puede ser visitada desde muchos ángulos: se puede hacer un itinerario fijándose en los no pocos edificios modernistas, o bien seguir la huella que dejó San Ignacio de Loyola, o descubrir sus parques... ¡Todo vale la pena! Nosotros os proponemos hoy dar una vuelta por la ciudad que se encuentra dentro de los límites de la antigua muralla medieval, es decir, el centro histórico, y, ya que tenemos todo el día, si os apetece, ir un poco más allá.

Os recomendamos que prestéis especial atención a espacios como la Plaza Mayor, la Plana de l'Om, la calle San Miquel o la calle Botí. Mención aparte merece la calle del Balç, con la misma estructura que hace 700 años, cuando la ciudad era de las más destacadas de la Corona de Aragón y recibía con todos los honores los soberanos que por aquí pasaban. Entrad en el Centro de Interpretación de la misma calle, que usando las tecnologías más avanzadas os permitirá saber un montón de cosas sobre la Manresa medieval... ¡explicadas por el mismo rey Pedro III el Ceremonioso!

Llegaos a la Basílica de Santa María (la Seu), notable edificio de factura gótica y que marca perfil en lo alto del Puigcardener, puede ser una excelente guinda a vuestra estancia en el Bages.