Tarde día 1: la Ruta del Modernismo
A continuación tomamos la calle de Monterols, con dos casas del arquitecto Pere Caselles (el más prolífico de la época en Reus), y más adelante, en el Raval de Santa Anna, podemos contemplar, lado por lado, la casa Serra , de Joan Rubió, y la casa Marco, de Pere Domènech. En la calle Llovera tenemos hasta cuatro edificaciones modernistas destacadas, tres de ellas de Caselles y una de José Subietas. También de Caselles es la casa Ramon Vendrell, en la calle Ample, y la casa Sardà y las escuelas Prat de la Riba, que encontramos en la avenida que, como el centro educativo, lleva el nombre del primer presidente de la Mancomunitat. Pasadas las escuelas, tomamos a la izquierda el paseo Sunyer hasta conocer dos edificios de tipo industrial: la estación Enológica (de nuevo, de Caselles), y prácticamente detrás el antiguo matadero, hoy Biblioteca Central Xavier Amorós, en este caso también de Caselles y Francesc Borràs. Seguimos después por la calle Sant Joan, que acoge un gran número de edificios de la Ruta del Modernismo, como el Dispensario Antituberculoso, obra de Joan Rubió i Bellver, arquitecto discípulo y colaborador de Gaudí, separado de la calle por un pequeño jardín. En esta calle destacan especialmente dos obras de Montaner: la casa Rull y la casa Gasull. La primera, de 1900, fue el primer encargo privado (por parte del notario Pere Rull) que recibió Montaner en Reus tras su llegada a la ciudad para construir el Instituto Pere Mata. La segunda, fue construida para el empresario Fèlix Gasull en 1911, y ya anuncia la llegada del Novecentismo en la ciudad.
En la plaza Prim, tomamos el Raval de Jesús, que nos lleva a la espléndida casa Munné, y, yendo a la izquierda, a la casa Iglesias, ambas de nuevo de Caselles. Volvemos a salir a la plaza del Mercadal, pero aún podemos alargar un poco más el itinerario si vamos hacia el Raval de Sant Pere, donde está la casa Homdedéu y la casa Anguera, y finalmente podemos entrar de nuevo en el Mercadal desde la calle de Galanes y así salir al lado de la casa Piñol. El itinerario no nos sirve tan sólo para descubrir los edificios modernistas, sino que también hemos pasado por otros lugares que hay que visitar en Reus, como la conocida plaza Prim, con la escultura del famoso militar y político hijo de Reus, donde hay el histórico teatro Fortuny, o algunas de las calles comerciales más animadas de la ciudad. Varios establecimientos (como el caso ya explicado de la tienda en la planta baja de la Casa Navàs), conservan su encanto de los primeros tiempos de funcionamiento; para comprobarlo, adentráos por ejemplo en la Cereria Salvadó (en la plaza del Castell) o en El Barato (en la plaza Sant Pere).