1. Monsanto
Este poblado empedrado, literalmente excavado en las rocas, es digno de ver: está en medio del paisaje del Batolito Granítico de Penamacor (a 20 minutos al este de la raya con España, en Castelo Branco). Y es algo así como el perfecto ejemplo de integración urbanística: sus casas y hasta su castillo (a 758 metros de altitud) no esquivan las moles de granito, sino que se apoyan o incluso se levantan sobre ellas. Un lugar tan mágico como auténtico que presume de ser la aldea más portuguesa de Portugal desde 1938.