Se apaga un astro. Ojete Calor dice adiós a los escenarios. La luz se apaga para los fans del subnopop. Es cierto que todavía quedan Alejandro Sanz, Nek o Merche, pero no iluminan de la misma manera. Carlos Aníbal y Ojete Calor declaran que vinieron para propagar el bien y como tales sólo merecieron el bien. Ahora, con la satisfacción del trabajo bien hecho, vuelven a su planeta de chocolate y nuez moscada, donde todos los días son viernes y donde cada noche ponen capítulos nuevos de 'Se ha escrito un Crimen'. Antes de desaparecer para siempre, prometen una noche memorable en Razzmatazz. Esta es su historia.
Un virus que se creía erradicado en la edad media fue a parar dentro de una bebida servida en la terraza de un bar de Denia (Alicante), en el año 2006 De esta poción nació Ojete Calor, dúo eroticofestiu formado por Carlos Ojete y Aníbal Calor, o Carlos Areces y Aníbal Gómez.
Ellos nos narran su apasionante epopeya, que comienza por reconocer que, si no hubieran existido Muchachada Nuí o La Hora Chanante, proyectos de los que han formado parte, ahora serían miembros de One Direction. Ojete Calor presentó en Razzmatazz su primer trabajo, 'Delayed!', Disco con el que han coronado un nuevo género musical: el subnopop, o pop subnormal. Un género infravalorado, que es a la música lo que las abejas son el mundo: una condición sine qua non para garantizar el curso de la historia.
Están convencidos de que el público barcelonés captará el concepto y conectará, porque ya lo hicieron con el Cobi al 92. Nos explican que el suyo es un público inteligente, de clase media, y muy humilde. Moderno, pero humano. Los renegados de todas las tribus urbanas han encontrado por fin la llama que calentará sus vidas.
Ojete Calor se definen como dos hombres del Renacimiento. Son Leonardo Da Vinci con un poco más de talento, y con el atractivo físico de Leonardo DiCaprio. Pecan de humildes. Afirman que sus cuerpos son meros vehículos de una genialidad que no saben de dónde viene y que se les escapa, pero aún así confiesan una larga lista de influencias y referentes: Ace of Base, The andantes, Video Club Archives (el videoclub donde trabajó Tarantino durante años), Ariadna Gil, la polifonía medieval, la población de Rivas-Vaciamadrid, Judas Priest, Julio Medem, la sección de jardinería de Leroy Merlin, el hombre que atropelló Stephen King y el Duo Sacapuntas. Sin embargo, a pesar de reconocer a los Beatles como los más grandes artistas pop de la historia, porque así lo afirma Wikipedia, declaran que para ellos la reina del pop es Pastora Soler. Quizás escuchando el tema Cuidado con el cyborg, una oda a Terminator 2, a la rubia interpretada por Linda Hamilton y, en definitiva, a todos los que en algún momento de nuestra vida hemos sido perseguidos por un ciborg, captaréis la esencia . En caso de dudas, escuchando la canción 'Ojete calor' accederéis a su filosofía completa hecha música.
Son unos ilustrados y lo saben. Por si no quedaba suficientemente claro, el último concierto que hicieron en Razz se acompañaron de unos invitados de lujo, sólo para demostrar que ellos molan más. Tenía que ser una sorpresa. Fueron Vengamonjas.
Su reto es convertirse en droga dura hasta crear dependencia al subnopop, y vender discos a 4.000 euros la unidad. En cuanto al futuro, lo tienen claro: dentro de unos siglos, cuando en las escuelas enseñen a los niños la historia del siglo XXI, los pondrán Delayed! y no será necesario explicar nada más. Lloramos su desaparición.
Ojete Calor ofrecerán el último concierto de su gira de despedida, VI. 17 de octubre en Razzmatazz. 
