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Ugot y Mostassa: brunch, pastelería y mucho más

Sant Antoni se expande al Eixample: descubrid Ugot y Mostassa, dos locales donde hacen de todo, lo hacen bien y con un sentido ético y estético muy poco habitual

Ricard Martín
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Sant Antoni, dividido entre los polos opuestos pero no antagónicos del brunch y del vermut, se está proyectando hacia el Eixample Izquierdo. Toca hablar de locales de chaflán: versátiles, acogedores y multiculturales (mal que le pese a Albiol). Y como sabéis, los chaflanes son lugares telúricos. Decir que el Ugot (Viladomat, 138. 93463 73 61. P: 10-15 €) es acogedor, es quedarse corto. Abierto por la israelí Adi Nachson, te quedarías a vivir allí. "Este es el local que quería desde que tenía quince años". Si los 'cupcake haters' (yo mismo) sois capaces de superar los prejuicios (de hecho, esto no tiene nada que ver con la moribunda magdalena y la estética chabacana) estaréis de lujo. "Lo llamamos brunchería", explica Adi. Desde las nueve de la mañana ponen en juego una carta de desayunos con una relación calidad-precio óptima (los huevos son ecológicos y los podéis solicitar revueltos, escalfados o pasados ​​por agua, con tostadas de pan de payés y múltiples complementos).

Probad el plato estrella, la Shakshuk: huevos al plato con chile, muy especiados y con sofrito de tomate. "Uno de los grandes platos de consenso de Israel", dice Adi. Formada en la Hoffman, por la mañana dispone una fórmula de plato del día de calidad (9 euros), y por la tarde hace volar pasteles deliciosos y caseros ('ugot' significa 'pastel' en hebreo) y scones (dulce calentito, a medio camino entre el brioche y la galleta). El tópico que os sintáis como en casa es real en un local delicioso y lleno de alma, con un suelo recuperado palmo a palmo al cemento, muebles de anticuario y una vajilla miscelánea recopilada durante años.

En otro chaflán atractivo –¡la fachada imita un templo griego!– el Mostassa (Mallorca, 194. T. 93 269 38 41. P: 20 €) es la idea de Rachid, un exconsultor financiero holandés, muy consciente de que "la industria alimentaria y la comida procesada causan buena parte de la contaminación del mundo". Su granito de arena para evitarlo fue colgar las finanzas y abrir un "restaurante sostenible donde carne y pescado fueran, en la medida de lo posible, de proximidad y ecológicos".

El Mostassa hace un menú de mediodía cortito pero muy atractivo y con opción veggie-friendly: por 10,80 euros, en pocos sitios encuentras un entrecot eco fileteado, hecho a su punto y sobre un lecho de parmentier y dulcísima zanahoria glaseada. Rachid asegura que su pescado es fresco y legal: "Trabajamos con un pescador que respeta los ciclos reproductivos del pescado, a las cinco de la mañana sale la barca y a las nueve tenemos pescado fresco". Decir que son versátiles es poco: encontraréis carta de desayunos, tapas, fast good (hot dogs de carne eco y bikinis gourmet), principales saludables y bien hechos (de curry thai a magret de pato). Os podéis interesar por la parte ética, o saber que aquí se come mucho, bien y a buen precio.

Más información

  • Pastelerías
Una preciosidad de lugar ante el que no funcionan las posturas cínicas: Ugot es como el salón de té de la tía francesa que nunca tuvisteis. La israelí Adi Nachson ha llenado un antiguo almacén de alma, con una vajilla recopilada durante años, un suelo primorosamente restaurado y una miscelánea de muebles de anticuario. Lo llama bruncherie: podéis hacer desayunos potentes y buenos (huevos en todas las modalidades posibles), plato del día curiosos y de calidad y pastelería casera hecha por Adi ('Ugot' es pastel en hebreo). Y también encontraéis algún plato israelí, como la shakshuka, potentes huevos al plato especiados.
  • Mediterránea
Un restaurante de esos que tienen algo para cada momento del día, y siempre bueno: buen café, cerveza artesana, y una elección de fast-food de calidad, como por ejemplo perritos calientes ecológicos servidos con una excelente mostaza casera. Aparte de una extensa carta de brunch, ensaladas y platos calientes (desde curry thai a magret de pato) hacen un menú cortito y atractivo, con una relación calidad-precio óptima y opción vegetariana. En la medida de lo posible, el producto es ecológico.
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