El inabarcable abanico de sabores de la cocina italiana no pasará de moda nunca. Barcelona, como ciudad mediterránea, cuenta con un catálogo bien surtido de propuestas de restaurantes italianos de todo tipo, pero cada día encontramos nuevas. Por eso os hemos preparado una selección de promesas de Italia con nuevos sabores inesperados. Bocatto di cardinale!
Valentina Sole explica que la cocina siciliana es la más rica del país de la bota en aromas, especias y fragancias; no es nada raro que su restaurante, el único siciliano de Barcelona, se llame Origano. Hacen honor a este nombre y encontramos platos que incluso pueden ser exóticos para quienes entiendan la cocina siciliana con el reduccionismo de la salsa picante con carne: un buen ejemplo son los penne rigatonni con pesto de pistachos, un plato cremoso y delicado. O ya en otoño, la crostata di fungui porcini, una sabrosa empanada rellena de asado de cerdo y setas. Vale la pena probar los postres de la casa y descubrir la cassatta, por ejemplo.
No le tengáis manía a esta pizza al corte: en La Fermata utilizan harina biológica que hace una fermentación de hasta 24 horas, equivalentes a las del pan bueno, bueno. El resultado es una pizza al taglio cuadrada que engaña, porque aunque parezca inflada y empalagosa, es esponjosa y digestiva, llena del etéreo alveolado que hace que sea ligera y que es señal inequívoca de una fermentación. Los ingredientes también se tratan con cuidado: cortan el embutido y el queso de piezas enteras de calidad –nada de taquitos de morralla–, y ciertas recetas complejas requieren diversas fases de horno y de cocina. Tienen otra tienda en Major de Sarrià, 2 y también hacen servicio a domicilio.
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