Bajad de la RENFE en Badalona y caminad cinco minutos en dirección Montgat. El delicioso paseo marítimo –con un encanto de pueblo costero que no se encuentra en ninguna parte en Barcelona– es el 'bonus track'; el premio es llegar al restaurante La Doncella de la Costa, en medio exacto de la playa. Bajad las escaleras: estáis en La Mala Vida (Paseo Marítimo, s / n). Estos baños, de 1928, son de las pocas edificaciones en primera línea de mar indultadas por la piqueta. Un lugar precioso, perdido en el tiempo: baños de casetas de madera y hormigón ante una lengua de playa, de los pocos vestigios en pie de la modernidad playera de antes del franquismo.
Ramon Sala, del trío gestor del espacio, explica la rutina: "Tú vienes aquí, desayunas, vas a la playa, te zampas una paella, ponemos buena música y la fiesta termina a las siete, con música en vivo" . El comedor es delicioso, fresco, con una puerta directa al mar que parece que te diga 've hacia la luz, Jennifer', y la terraza es inexplicable, de bonita. Se han hechofamosos por una oferta de paellas de estilo alicantino, secas, delgadas, estiradas, y buenas fideuás (y platillos contundentes, como pollo con cigalas o sepia con albóndigas).
Las fiestas son de viernes a domingo, y de martes a jueves os encontraréis un muy recomendable menú del día a 12,50 euros. Tiene carisma: "Una mezcla de hipsters barceloneses, familias y señores que juegan al dominó", dice Sala. Su música en vivo no es cualquier cosa, y dominan el difícil arte de pinchar bien en un restaurante.
P: 20-25 € aprox