El pasado mes de octubre comenzó en el Museo de la Ciencia CosmoCaixa una nueva actividad que busca informar y debatir sobre asuntos interesantes de la ciencia –y su presencia habitual en nuestras vidas–, y que quiere hacerlo de manera participativa y relajada, con un debate colectivo en el que se puedan plantear diferentes puntos de vista y resolver las dudas a partir de criterios científicos demostrados. La iniciativa se llama ‘Ciencia para abrir el melón’ y, como su nombre indica, plantea situaciones que merecen un análisis profundo, ‘abrir el melón’ de un asunto interesante, popular o de actualidad, e iniciar una conversación rigurosa y adulta, pero en la que no falte tampoco el sentido del humor. La próxima cita será el miércoles 11 de diciembre, a partir de las 19.00 horas, y llevará el título de ‘La que hemos L-IA-DO. La inteligencia artificial y el futuro de la humanidad’, y seguirán otras convocatorias de corte muy parecido durante todo 2025, que tratarán temas como las energías, la alimentación química, los extraterrestres... El precio por sesión es de 6 euros y podéis comprar la entrada anticipada aquí. Y para que sepáis lo que podéis encontrar en este próximo ‘melón’ del Museo de la Ciencia CosmoCaixa, os vamos a explicar con detalle cómo funciona este proyecto.
Ciencia divertida pero rigurosa
‘Ciencia para abrir el melón’ cuenta con la colaboración del colectivo Big Van Ciencia, un grupo fundado por Helena González-Burón (bióloga, bioquímica y doctora en biomedicina) y Oriol Marimon (doctor en química) que trabaja en la divulgación de temas científicos de una manera entretenida y abierta a todos los públicos, sobre todo el que no tiene una formación científica plena. Por ejemplo, han desarrollado parte de su trabajo en medios de comunicación –como el programa ‘Órbita Laika’, de TVE– y en formatos que combinan artes escénicas y seriedad educativa. ¿Se puede explicar la ciencia a través del humor, del teatro, de la performance? Si eso ayuda a entender conceptos difíciles, por supuesto que sí.
Un formato participativo y experimental
Las sesiones de ‘Ciencia para abrir el melón’ duran aproximadamente dos horas. El aforo puede variar en cada sesión, pero está alrededor de las 100 personas, y tras un saludo y una presentación del tema científico que se va a abordar, los participantes se dividen en grupos y comienza la primera parte de la actividad, que consiste en observar y analizar experimentalmente algunos aspectos del tema que estamos tratando, y que nos darán ideas y conocimientos que nos servirán después para ‘abrir melones’ y debatirlos. Por ejemplo, en la última sesión realizada dentro de este ciclo, el pasado 13 de noviembre, Big Van Ciencia trabajó sobre varios aspectos de la música: ¿cómo funciona el sonido?; ¿cuáles son las matemáticas detrás de una canción?; ¿es una composición de Mozart más compleja que el reguetón, o al revés? Los participantes iban pasando por diferentes estaciones experimentales y trabajaban la acústica de los objetos, la formación de ondas sonoras, se observaba el espectro visible de varias músicas específicas mediante un tubo de Rubens, se explicaba qué era un tono fundamental y un armónico… Y una vez se había participado en todos los experimentos, se pasaba a la segunda parte, el debate en grupo, la apertura definitiva del melón. En cada sesión, por cierto, además de Helena y Oriol, también interviene un invitado, un especialista en el tema principal.
Un melón sabroso y divertido
Esta segunda parte es la que plantea las preguntas interesantes, porque aborda también mitos que están instalados en el pensamiento colectivo, pero que no están corroborados por la ciencia experimental. En el caso de la última sesión de noviembre, algunos de esos mitos serían estos: quienes escuchan música clásica son personas más inteligentes que quienes escuchan otros estilos, y si a un bebé se le pone música de Mozart, su cerebro se desarrollará mejor. ¿Es esto verdad? ¿O no está demostrado científicamente? Durante una hora se analizan los distintos melones abiertos y –siempre con humor y a través del método científico– se llega a la conclusión final amparada por la ciencia. Y al final, para terminar de reforzar las ideas de la sesión, Big Van Ciencia nos proponen un test a través de una aplicación en el móvil para poner a prueba nuestro conocimiento. ¡No dejéis de participar en esta parte! Os podéis llevar un buen regalo.
La inteligencia artificial, todo un ‘melonazo’
La próxima sesión, como decíamos, será el 11 de diciembre, tendrá como invitado a Eduardo Sáenz de Cabezón (doctor en matemáticas y presentador de ‘Órbita Laika’) y tratará sobre la inteligencia artificial (en adelante, IA). Aquí, los ‘melones’ que vale la pena abrir están de plena actualidad en el debate público. ¿Pueden las máquinas pensar como los seres humanos? ¿Llegará un momento en el que puedan sustituirnos en todas las tareas que realizamos? ¿Cuál es el límite de aprendizaje de una IA? ¿Podrán desarrollar emociones? ¿Nos destruirán? O, si no ocurriera eso, ¿nos harán mejores o peores personas? ¿Serán un gran avance para la humanidad, o un retroceso? Sin duda, es un tema intrigante –muy esperanzador para algunos, preocupante para otros–, así que no hay nada mejor que una rigurosa información y un debate constructivo para conocer qué es una IA, cómo funciona, qué puede hacer, y en qué nos puede ayudar (o perjudicar). Sólo a través de la ciencia podremos descartar falsas creencias y miedos insostenibles.
En esta sesión, como en las anteriores, habrá talleres experimentales para comprender los fundamentos de la IA y saber utilizar determinadas aplicaciones: qué es un algoritmo y cómo funciona, cómo se forman redes neuronales artificiales que hacen que las máquinas aprendan (Machine Learning) de diferentes maneras, y qué usos prácticos beneficiosos (en el campo de la medicina, por ejemplo), creativos (en el terreno de las artes) o lúdicos se pueden derivar de su uso. Al final, abierto el melón, podremos comprender mejor si la IA realmente la ha L-IA-DO parda, y en qué sentido va a ser importante en el futuro de la humanidad. Interesante, ¿no? ¡Apuntaos para descubrirlo!