No deja de ser irónico que 'Mi tío', de Jacques Tati, crítica feroz de las ocurrencias de la arquitectura contemporánea, sea la película favorita de muchos arquitectos modernos. No sabemos si es el caso del autor de la actual sede de la Filmoteca de Catalunya, pero no se puede descartar que se inspirara en ella cuando decidió que, para bajar a las salas de proyección del sótano, los espectadores disfrutarían de unas magníficas escaleras mecánicas, pero que, para salir de allí, tuvieran que subir una empinada y lóbrega escalera con 42 escalones analógicos. O esperar que se vacíe el ascensor de 13 plazas de una filmoteca con 555 butacas.
Barcelona es moderna, poderosa, cosmopolita y, muchas veces, muy absurda. Como toda gran metrópolis, la capital catalana también tiene disparates marca de la casa, como la estatua de un Cristóbal Colón bastante despistado a la hora de señalar a América.