1. El funicular de Sant Joan: las mejores vistas de Montserrat
¿Qué encontraremos? La montaña de Montserrat siempre es espectacular, se mire por desde donde se mire. Pero hay algunos lugares que tienen un plus. Con el funicular de la Santa Cova, podréis disfrutar de los 118 metros de desnivel que hay entre la explanada y la zona de la cueva donde, según la leyenda, unos pastores encontraron la imagen de la Moreneta. Además, podrás encontrar un conjunto escultórico con obras de Gaudí al aire libre.
Por otro lado, si subís hasta Sant Joan, a una altura de mil metros sobre el nivel del mar, podréis admirar las vistas de un mirador de la montaña, del monasterio y también, claro, de los entornos. ¿Y sabéis qué es lo mejor de todo? Que para acceder no hay que estar muy preparado físicamente ni hacer una gran caminata: basta con subir en el funicular de Sant Joan, diseñado especialmente para disfrutar de las panorámicas durante los poco más de 500 metros de trayecto empinado.
Una vez en Sant Joan, ¿qué podéis hacer, además de contemplar el paisaje? Pues, por ejemplo, visitar el Aula de Naturaleza, un espacio situado en la estación superior donde, a través de una exposición, se cuenta la historia de la montaña, su peculiar geología, las características morfológicas, el tesoro escondido de sus cuevas, el clima y la variada fauna y flora de esta región. O bien tomar el camino que va hasta la cima de Sant Jeroni, aún más alto, a 1.236 metros de altitud y desde donde, como os podéis imaginar, la vista también es una maravilla; hay quien dice que, en días con unas condiciones meteorológicas adecuadas, desde aquí se pueden divisar las cordilleras de Mallorca. Volver a la explanada del monasterio a pie no es difícil, podéis hacerlo pasando por las escaleras de los Pobres, dichas así porque había una casa que acogía indigentes y vagabundos.
¿Cómo llegar? Con la línea R5 de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC): bajad en Monistrol de Montserrat y allí coged el cremallera.