Escapada a Osona: por los alrededores de Sau

La primera tarde nos dirigimos a Tavèrnoles, situado en la llanura pero justo donde las Guilleries empiezan a hacerse presentes. Es un municipio con muchas masías antiguas bien conservadas, algunas de las cuales reconvertidas en alojamientos de turismo rural, y también con cuatro construcciones románicas de reconocido valor histórico y arquitectónico, como son las iglesias de San Esteban de Tavèrnoles, de San Pedro de Savassona , de San Feliuet de Savassona y de Santa Margarita de Ardola. Si os gusta caminar, podéis optar por alguno de los varios itinerarios posibles que hay para acercarse a algunos de estos templos y también para adentrarse en los entornos naturales de la población.

Dos de los elementos patrimoniales e históricos de mayor relevancia que hay en esta zona son el monasterio de Sant Pere de Casserres y el yacimiento arqueológico de l'Esquerda. Así que si os parece dedicaremos el día entero a conocerlos, y empezaremos por el monasterio medieval.

Ejemplo de románico catalán, Sant Pere de Casserres se asienta en un lugar impresionante, en el balcón de un meandro del Ter. Es un monasterio humilde, pero lleno de detalles evocadores, como su pequeño claustro, el locutorio que con los años se transformó en una bodega, o las tumbas antropomorfas que evidencian que el edificio se alzó sobre una necrópolis. Mobiliario y enseres antiguos repartidos por las diferentes estancias hacen aún más comprensible el lugar y más atractiva la visita.

Después de comer nos dirigimos a las afueras de Roda de Ter, donde encontramos el yacimiento arqueológico de l'Esquerda. También se encuentra en un mirador excepcional con el río Ter a sus pies, y contiene restos que van desde el siglo X a.C. hasta el siglo XIV d.C. 2.500 años de historia que nos cuentan la edad del bronce, los íberos (ausetanos en estas latitudes), visigodos y la alta y la baja edad media, hasta que la población quedó en estado de abandono en 1314. En el Museu Arqueològic de l'Esquerda veréis expuestos muchos de los hallazgos del yacimiento.

El último día lo dedicaremos a las múltiples opciones que nos ofrece el pantano de Sau. Pero primero nos detendremos en Vilanova de Sau para visitar l'Herbolari, una empresa que produce hierbas aromáticas y medicinales y elabora preparados para los sectores alimentario, medicinal y cosmético. Se puede entrar en su tienda, pero también, previa reserva, realizar alguno de los talleres que organizan.

Ahora sí, ya que tenemos ganas de hacer ejercicio, nos dirigimos al embalse, donde por ejemplo podremos hacer piragüismo, esquí acuático, canoas, aquaslider... Ahora bien, si sois más de secano, no os preocupéis: por el valle de Sau y el Collsacabra encontraréis empresas que organizan itinerarios a caballo, rutas en segway, que alquilan BTT, o, si sois un poco más atrevidos, podéis practicar escalada, volar a borde de un ultraligero, o conocer estos magníficos parajes desde la cesta de un globo aerostático. Y una opción que tampoco está nada mal es bañarse y relajarse en las aguas dulces de Sau, y tomar un poco el sol antes de volver a casa.