Playa del Canyadell
A una hora de Barcelona (a menos de un cuarto de hora de Tarragona) tanto en coche como en tren, el encantador pueblecito de Altafulla ofrece un par de playas para quitarse la gorra. La más grande y accesible se sitúa delante de la fachada litoral del pueblo. Allí podréis extender la toalla y pasar una buena jornada de playa con las pequeñas casas blancas como marco, pero os recomendamos que toméis el sendero que sale de su extremo norte y que sigue en dirección a Torredembarra para llegar hasta la playa del Canyadell, una pequeña y tranquila cala de unos 60 metros de largo con una arena tan fina que os invitará a plantar la sombrilla y a quedaros a vivir todo el verano.