El punto más oriental de la península Ibérica es también la parte más salvaje de la Costa Brava, una auténtica Finisterre espectacular, sembrada de ruinas de hace mil años y con muchos lugares secretos muy bien guardados. Uno de ellos, que compartiremos generosamente con vosotros, es la Cala Tavallera, situada a unos dos kilómetros del Port de la Selva, pero solo accesible a pie a través del GR11. En esta misteriosa cala de la Costa Brava, de unos 135 metros de longitud y 15 de ancho, a pleno verano se reúnen muchas pequeñas embarcaciones, pero a principios o finales de temporada seguro que no os encuentra nadie. El fondo marino es espectacular y cuenta con una espesa pradera de posidonia.
¿Cómo se llega a cala Tavallera?
En algunas guías aseguran que es accesible en 4x4, pero de toda la vida la forma más segura para llegar sin dejarse los cuernos ha estado intermediando una caminata de unas dos horas que culmina en un merecido premio: una cala prácticamente desierta en verano e invierno. El camino que se tiene que coger es el GR11, el sendero que conecta el Mediterráneo con el Atlántico, y se puede coger desde el Port de la Selva.
¿Se puede dormir a cala Tavallera?
En esta cala hay un refugio que años atrás se podía usar para pernoctar. Actualmente, la disponibilidad de este lugar en verano depende de las restricciones del plan Alfa, por prevención de incendios. Es por eso que para asegurarse que el refugio está en buen estado y disponible, lo mejor es trucar al ayuntamiento del Port de la Selva