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En un momento en que la calidad del aire está en el punto de mira de todos, parece urgente ganar espacios verdes en la ciudad. Es por esta razón que el estudio de arquitectos ON-A ha lanzado un proyecto de arquitectura-ficción que podría ayudar a 'renaturalizar' Barcelona. La idea, que no parece realizable por ahora, ha sido lanzada por la 'smart office' barcelonesa para abrir el debate sobre la necesidad de mayores espacios públicos verdes.
Inspirado en proyectos como los de GMP architekten y DGT Architects para el Estadio Olímpico de Tokio 2020, el Nou Parc propone una elevación del terreno que funcionaría como una nueva fachada verde para el Camp Nou, que respiraría por la parte de arriba como si se tratara del cráter de un volcán y cuyas instalaciones quedarían ocultas bajo el nuevo manto de vegetación.
El parque se extendería alrededor del estadio y a lo largo y ancho de las instalaciones del Futbol Club Barcelona e incluiría dos lagos. Además, el proyecto permitiría cruzar por zonas verdes a áreas que ahora están cerradas al público y que, por lo tanto, suponen una barrera arquitectónica para los vecinos de Les Corts.
El estudio, fundado en 2005 por Eduardo Gutiérrez y Jordi Fernández, estima que el nuevo espacio, de 25 hectáreas, podría producir 15.000 kg de oxígeno y absorber 25.000 kg de C02 al día.