El "haré más deporte" se siempre un propósito que arrastramos todo el año. Si todavía no has encontrado un deporte que te vuelva loco o buscas opciones diferentes, estás de suerte. En Barcelona, empiezan a aterrizar nuevos métodos de entrenamiento deportivo y la mayoría apuestan por un tipo de ejercicio más funcional y global.
El Paleotraining propone encontrar el oasis en medio de la ciudad. Descalzos, descubriréis un lugar donde predominan los colores naturales. Lo primero que sorprende es el verde de la hierba que pisas al entrar en la sala. Pero todavía abres más los ojos cuando compruebas que no hay rastro de máquinas ni pesas, son piedras y troncos los elementos que completan el espacio y que usarás para entrenar. "Es muy diferente la sensación de tocar madera o tocar hierro, todo lo que pasa con el cuerpo primero lo sentimos en la piel. Y acciones como quitarte el calzado, entrar en contacto directo con el suelo y ver verde te hacen sentir cosas que no experimentas en ningún otro gimnasio" explica David Vargas, cofundador de la disciplina.
La sala Paleo Barcelona, la única en la ciudad, situada al lado del Parc del Centre del Poblenou y de la playa, os permitirá realizar entrenamientos dentro del local y también fuera. Esta nueva disciplina propone recuperar movimientos interiorizados en los humanos como saltar, trepar, correr... consiguiendo una mejora global de todo el cuerpo. "Jugar y entrenar con nuestro cuerpo nos puede ayudar a mejorar el rendimiento. Entonces, ¿por qué no hacerlo?", se pregunta David.
El método, surgido hace 12 años de manos de seis profesionales de la salud, pretende mejorar la calidad de vida de los atletas de su salas, vistas las mejoras experimentadas con los pacientes de sus consultas. "Lo que es más importante es que puedes venir buscando salud, desconexión, rendimiento... y lo encontrará, generando una sensación de tribu con los compañeros de entrenamiento. Por eso, el 100% de la gente que lo prueba repite", explica David.
Intensidad. Fuerza máxima y diversidad. La rutina es el enemigo. Este es el mantra de la filosofía Crossfit. Inventado por los yankis, hace poco que ha llegado a Barcelona pero se está extendiendo por la ciudad casi más rápido que la moda del brunch. Condal Crossfit, Crossfit Eixample, Crossfit SJD o Reebok Crossfit BCN son los centros más concurridos de la ciudad. No os asustéis cuando veáis a algunos de los practicantes levantando pesas como si fueran campeones del mundo de halterofilia. En el Crossfit el cuerpo se trabaja en conjunto para no aislar el trabajo muscular y se hace mediante ejercicios que reproducen patrones universales de movimientos: sentarse, saltar, levantar objetos por encima de la cabeza... "Nuestra máquina es el cuerpo. El crossfit vuelve a la esencia y combina cosas que ya existen para crear un cóctel en el que cada día te enfrentas a un nuevo reto", quien hablar es Juan Ibáñez, coach de CrossFit Eixample.
En el centro de la calle Ausiàs March defienden que es para todo el mundo, independientemente de la edad o el sexo. Lo primero que ves al entrar es una frase impresa en una columna donde se lee: "Deja tu ego aquí". Pablo Reyes, director de la instalación lo explica: "El problema es que el Crossfit ha crecido muy rápido y hay gente que no se fija en si ejecuta bien los movimientos o no. Muchos solo se preocupan de levantar el máximo de kilos possibles. Para nosotros esto es secundario, preferimos que levantes solo 20 pero con buena técnica. Lo más importante para nuestros centro es la seguridad y que los clientes se vayan contentos".
Palabras que se deben incluir en el diccionario de cualquier practicante son: el box - el espacio donde se entrena- y el workout of the day - la rutina que se sigue cada día y que nunca es igual-. "Es un estilo de vida, lo cambia todo. El primer año se vive como una luna de miel, solo hablas de Crossfit. Te ayuda a superarte y conoces a muchísima gente", confiesa Ibáñez con pasión. Y es que si ya os están entrando ganas de probarlo, comprobaréis cómo después del primer día ya intercambiareis números de teléfono y cervezas con el compañero con quien os habéis mirado destrozados al acabar la rutina.
Entrenar la fuerza, la resistencia y la técnica mediante ejercicios funcionales basados en el boxeo. No es un gimnasio ni tiene nada que ver con el 'Club de la Lucha'. En la parte alta de Barcelona, encontraréis Knock Down Barcelona. "Vimos que aquí cuando hablas de boxeo la gente solo piensa en subir al ring. Y hemos querido trasladar lo que vimos en Estados Unidos donde la gente va a entrenar com lo haría un boxeador pero el combate es una opción, no el objetivo", explica Alejandro Maluquer co-fundador del centro.
En la puerta, un saco rojo nos da la bienvenida y una vez dentro, encontraréis una sala social y un pasillo hasta la estrella del centro: la sala de entrenamiento. Ubicada en un antiguo parking, se respira una atmósfera especial: música, luces de colores y todo tipo de gadgets -trx, ketballs, guantes y... un ring-. Pero en Knock Down Barcelona el objetivo no es el combate. Os ofrecen la posibilidad de hacer el camino previo: clases dirigidas basadas en el entrenamiento de un boxeador profesional donde se trabajan resistencia, fuerza y técnica de forma divertida y amena. "Es muy beneficioso porque con el boxeo ganas agilidad, coordinación y puedes descargar el estrés de todo el día. Nuestras clases son muy energéticas, con entrenadores que son grandes motivadores y juegan con las posibilidades de la sala", añade Maluquer.
12 rounds, Boxing Experience e Iron Boxing son las tres sesiones, programadas en horarios de mañana, mediodía y tarde, que pueden hacer los clientes. También quieren ser un club social y los viernes programan "special events", donde relacionan moda y deporte, invitan a jóvenes modistas, comercios de la zona y después abren una clase de 90 minutos para los curiosos.
Veinte minutos a la semana son suficientes para ponerse en forma y sentirse bien. Parece un sueño pero esto es lo que propone el electro fitness. Trabajando a alto rendimiento, veinte minutos equivalen a 3-4 horas de entrenamiento convencional. Ideal por si no tenéis demasiado tiempo libre y, más que hacer deporte, queréis conseguir resultados en poco tiempo, las sesiones son individuales, mano a mano con el entrenador. "Ofrecemos entrenamientos personalizados a máxima intensidad pero bajo impacto. Utilizamos un biotraje de electroestimulación que activa la musculatura del cuerpo y mejor la velocidad, la resistencia y la flexibilidad", explica Alfonso Chico, responsable del centro New Body Concept. El biotraje, aunque el nombre parezca salido de un cómic de Spiderman, es básicamente un conjunto de chaleco y pantalón corto negro. Contiene electrodos que se ponen en contacto con el cuerpo a través de la ropa y actúan sobre los grupos musculares como puntos de electroestimulación.
En el centro de la calle Bisbe Sivilla, la mayoría de clientes se acerca con la voluntad de bajar volumen en zonas localizadas pero una vez conseguido acaban yendo por caminos más relacionados con la mejora de la flexibilidad, el equilibrio, la postura y la salud en general. Las sesiones pueden incluir minutos de elíptica, ejercicios de baile, aeróbic o simulación de cardioboxing. Todo con el biotraje puesto. "Hay diferentes programas según los objetivos de cada persona, más estéticos o de salud, desde uno enfocado a mejorar la resistencia, otro la fuerza, también anticelulítico o descontracturador... pero en todos puedes trabajar a la vez más de 300 músculos gracias a la electroestimulación", avanza Alfonso.
En Barcelona, también lo podéis probar en otros centros como BodyOn o Fast Fitness. Es una herramienta, de las más efectivas si queréis optimizar tiempo y dinero y conseguir resultados visibles rápidamente. A pesar de esto, desde New Body Concept recuerdan que se debe combinar con unos hábitos y una dieta saludable para conseguir realmente un "cuerpo feliz".