El barrio más emblemático de Barcelona despierta de su letargo. Nosotros vemos brotes verdes como los nuevos establecimientos que se han abierto en las calles Lluna, Lleó y Doctor Dou en los últimos meses.
Al entrar en Caninetto lo más probable es que os reciban los ladridos de Cuca, Celia, Lulu y Tara, las perritas mejor vestidas del barrio. En esta original sastrería de mascotas Maite, Edgar y Aritz diseñan, cortan y cosen camisetas, sudaderas, chalecos, abrigos e impermeables para perros. Y para gatos. Y para conejos. Y es que este equipo de creadores están abiertos a todo tipo de encargos, por muy animales que sean.
Si amáis a vuestra bici, recordad este nombre: Bicious. El nuevo proyecto de Ferran Casademont combina un taller de reparación y restauración con una tienda de accesorios (hay straps de Pinza't, asientos de colores de Brooks, camisetas con motivos ciclistas...). Un punto y aparte merecen los cuadros de bambú y fibra de carbono de Bamboocycle, con los que Ferran revoluciona el concepto de bicicleta de ciudad. En ética y en estética.
Nunca había sido tan fácil vestir a bebés y a niños pequeños. Pero quizás tenéis nostalgia por la ropa bien hecha, de corte más bien clásico pero con un toque que la hace especial. Esta es la especialidad de Begoña Isus. En Nuna, su tienda-estudio, encontraréis conjuntos de primera puesta y también ropa y accesorios para niños y niñas de hasta 2 años: vestiditos de pana, pantalones de pata de gallo, gorras de estilo retro... ¡Delicioso!
Lantoki es una palabra vasca que significa espacio de trabajo. Por eso le va que ni pintado al proyecto que acaban de iniciar Sandra Liberal y Urko Martínez, diseñadores de moda. En su local alquilan máquinas de coser por horas, hacen cursos de costura y también tienen un espacio de venta al público. Ahora mismo encontraréis los collares de flecos de Lantoki, su propia marca, además de ropa de Cultto y broches de porcelana de Silvia con b.
Un joven psicólogo enamorado del arte y de la moda. Tanto, que decide montar un espacio donde hacer convivir sus dos pasiones. Wa'kü reúne mucho talento en pocos metros cuadrados. En la pared, las ilustraciones de ‘Zoantropia’ de Laura Agustí, en la vitrina, los collares de Pedrusco y Alba Casares; en los percheros, las sudaderas de Bow Handmade, las camisetas de Ätakontu y los vestidos de Sister Jane. El ojo clínico de Julio Lago promete hallazgos muy guays. O como dirían en una lengua indígena de su país natal: muy wa'kü.
Basta ya de muebles de cartón piedra suecos con nombres Klingon. En Gotham se han propuesto luchar contra esta plaga. ¿Su objetivo? Introducir en casa de los visitantes un poco de clase y elegancia al estilo ‘Mad men’. Sus muebles retro son una auténtica delicia. Los escaparates de los años 60 serían lo primero que me compraría si me tocara el Euromillón, por las butacas de los 50 sería capaz de apalear a Espinete y por las mesitas art déco llegaría a vender mis c... Mejor me callo.
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