La porción individual de tiramisú de la pastelería Hofmann es buena, y casi escultórica. Aquí los ingredientes clásicos se amontonan sin perder la forma dentro de un vasito transparente y el postre no es coronado por el polvo de cacao, sino por una colección de dados crujientes de praliné ennegrecidos. La chef Mey Hofmann revela otra de las virguerías que se permiten con las porciones individuales: “El bizcocho está hecho al vapor y mojado con café; queda muy esponjoso”. Uno rebaña hasta la última migaja.
El tiramisú tiene un origen libertino que muchos desconocen: los clientes de los burdeles venecianos los consumían para no desfallecer. Más allá del café –que se utiliza siempre–, el famoso postre italiano no dispone de una receta única, sino que hay diversas variantes en función de los ingredientes que se utilizan como base. Algunos lo prefieren con mascarpone, otros con otro queso fresco. Hay quien lo prepara con nata, mientras que otros solo le ponen yema de huevo, y así hasta el infinito. Aunque sobre gustos no hay nada escrito, hemos buscado los locales de Barcelona donde creemos que preparan los mejores tiramisús. ¡Estos son los elegidos!