Philipines
Maria DiasPhilipines
Maria Dias

Un bar filipino, insólito y secreto

La Plaza Real como nunca la habíais visto

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Pocos se acuerdan, pero las Filipinas fue el primer país que liberarse del dominio imperialista en 1898, antes de que Cuba. Es casi inevitable volver si se hace un café con el cónsul honorario del país de las 7.000 islas. El diplomático luce un pin en la solapa, la bandera roja y azul coronada por el sol que le Embrun la piel cuando viaja a Manila o retorna al Palamós natal. Y estreno local, instalado entre las cuatro paredes que alojaban el Bar de la Peña del Espanyol, sobre el restaurante Les Quinze Nits. Sigue siendo el receso de calma desde donde antes se observaba la noche salvaje de la plaza Reial, cubata en mano. Ahora abren desde la mañana hasta la tarde, pero en marzo alargarán hasta el anochecer, y quien quiera hacer un Manila Sunshine antes de cenar, se detendrá el Philippines Club.
Club. Lo habéis leído bien. Se accede por una escalera negra total que arranca del pasaje de Madoz, los escalones, desgastados, en las paredes, instantáneas de la plaza porticada. Llega al principal y, si acierta la puerta, premio; quien se equivoca, entra en el consulado, y de un lado a otro por la "puerta falsa" que utiliza el consuelo. El premio tiene forma de luces de época, techos policromados y maderas decapadas, de vista diáfana sobre una plaza que renace. Pregunta obligada: ¿cómo puedo hacerme socia? Es un club de filipinos y para filipinos abierto al resto de gente, detrás del cual está la esencia interiorista del grupo de restauración Andilana.

El Tanduay lo baña todo
"En Barcelona hay 25.000 filipinos, existen muchas asociaciones pero no tienen un espacio cultural donde reunirse", comenta el cónsul, Jordi Puig. El espacio, que destilado la forma paciente y tranquila filipina, aspira a convertirse en este centro, con agenda cultural, eventos privados (alquilan el comedor interior para comidas de empresa y celebraciones, entre otros), degustaciones gastronómicas y una carta de especialidades. Pronto se servirán combinados hechos con ron Tanduay y vino de coco, de momento han agotado la cerveza Red Horse y quintos de San Miguel, de origen filipino.
Y si se pudiera fumar ... el Philippines imitaría el ritual de encendido de puros del Manila Hotel. Porque la compañía Tabaco de Filipinas existe, para los que se quedaron en Cuba.
  • El Gòtic
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Philipines Club
Philipines Club
El antiguo bar de la Peña del Espanyol-con una situación privilegiada sobre la Plaza Real-se ha convertido en la cafetería Philipines Club.   Si subís una escala negra y retorcida que arranca de la plaza, entraréis en un espacio diafano, majestuoso, de aires inequívocamente coloniales. Es propiedad del grupo Andilana, y uno de sus directivos, Jordi Puig, es la cara visible. Puig es cónsul honorario de Filipinas, y este fantástico espacio tiene varios usos, entre ellos ejercer de sede cultural de las asociaciones de filipinos en Barcelona.   Todo un placer, tomar una copa o un café con la vida salvaje de la plaza a nuestros pies.
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