El antiguo bar de la Peña del Español -con una situación privilegiada sobre la Plaza Real- se ha convertido en el Philippines Club, un espacio privado polivalente que tiene 180 m2 y es ideal para eventos. Si subís una escalera negra y retorcida que arranca de la plaza, entraréis en un espacio diáfano, majestuoso, de aires inequívocamente coloniales. És propiedad del grupo Andilana, y uno de sus directivos, Jordi Puig, es la cara visible. Puig es cónsul honorario de Filipinas, y este fantástico espacio tiene varios usos, entre ellos ejercer de sede cultural de las asociaciones de filipinos en Barcelona. También se puede alquilar para celebrar una cena o una reunión.