Ølgod
© Maria Dias Ølgod
© Maria Dias

Ølgod y NaparBCN: Gastronomía y cerveza artesanas

Ølgod, 30 tiradores artesanos y una cocina vegetariana sencilla y acertada. Y si sois carnívoros, visitad NaparBCN, con un cocinero Michelin a los mandos de la cocina y donde fabrican su propia cerveza

Ricard Martín
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A menudo se habla del carácter popular del mundo de la cerveza artesana, pero pocas veces la bebida se sitúa en un contexto comestible popular (y artesano) de verdad: estoy hablando de combinarla con comida buena y económica. Hasta ahora.

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Bienvenida sea la Ølgod, una cervecería artesana en el corazón del Raval que pincha la barbaridad de 30 barriles: el nombre no deja lugar a dudas: Ølgod es un pueblo danés y significa dios de la cerveza, y en la entrada vemos runas y un barco vikingo. Se dedican a la cerveza artesana del norte (aunque siempre con una presencia nada testimonial de la producción local).

Su propietario, el danés Mads Rademacher, valora que "aunque aquí haya un retraso de un par de años respecto del norte, Barcelona aglutina el gran capital de la cerveza artesana del sur". "Es muy interesante lo que está pasando –afirma–, y traemos cerveza directa de proveedores de Suecia, Noruega y Dinamarca, que son el epicentro de la cerveza artesana en Europa". Las referencias de la pizarra negra del Ølgod "en teoría cubren todos los estilos de cerveza", dice.
Aparecen ordenadas por productor, malta y sabores, y si os perdéis en el laberinto lager, IPA o Lambic, simplemente decidle a Alex, amabilísimo y experto tabernero, qué os apetece.

El Ølgod es una jugada estilo Gattopardo, donde todo se ha movido para que siga igual. Este y su hermano Kaelderkold (Cardenal Casañas, 7, quince tiradores) eran los vegetarianos Juicy Jones, que abrieron en 1997, cuando los zumos sólo eran de naranja y el veganismo, cosa de frikis naturistas.

"Hemos cambiado los zumos para la cerveza y el día por la noche: pero el espíritu es el mismo. Buscamos hacer las cosas bien, nos interesan menos el dinero que la calidad u ofrecer mejores condiciones a los trabajadores", explica. Él se dedica a la cerveza, y de la cocina se encarga el mismo jefe de cocina de los últimos diez años del Juciy Jones.

Esto se traduce en una pequeña carta de comida vegetariana, de recetas sencillas pero de calidad, donde todo es casero (incluso los nachos). Ningún plato sobrepasa los seis euros: raviolis de espárragos con pesto y tomate (5 euros), veggie burger excelente (con patatas fritas de las buenas y ketchup artesano de la casa donde es un placer mojar, 4,50 euros) o croquetas de queso idiazabal o la sopa del día (3,50 euros). El menú del día es muy generoso: por diez euros, pinta (!) de birra excelente –si os gusta probar, dos medias pintas diferentes–, hummus con crudités, 'veggie burger' y pastel de zanahoria recién hecho.

Si l’Ølgod parte desde un punto de vista popular, casi proletario, el gigantesco 'brewpub' NaparBCN –indiscutible rey del 'beerxample', asociado a la cerveza navarra Naparbier– no es elitista, pero dispone de una cocina dirigida por Miquel Aldana, chef Michelin en el Tresmacarrons (aunque es la Michelin más popular de Catalunya, en un polígono en el Masnou). Àlex Coblas, hombre de Aldana en la cocina, ha renovado una carta que complementa la cerveza hecha en el mismo local: va directa de siete tanques de fermentación a la barra, repartida entre doce tiradores. Y en carta tienen unas 200 referencias de botella.

¿Cocinar para tantas cervezas no marca? "La cerveza es rica en sabores y olores, y nuestra cocina también. Y cada problema tiene una solución creativa", explica. Con la nueva carta, ha desarrollado "una línea de platos más informales y para compartir".

Matiza que la idea de Aldana es la "de un 'brewpub' con comida artesana": la carta tiene unas 30 referencias que van de los omnipresentes 'baos' y rollitos vietnamitas y muy fast good de altos vuelos, a los platos con la firma Tresmacarrons (en un menú de 16,90 euros) de los de tradición divertida para mojar pan, como unos canelones de pollo que son jugosa gloria, bajo bechamel de la de toda la vida, potente y moscada, o un codillo prensado con langostinos y puré de patata ahumada redentor de codillos infames.

Cosas de la birra, tanto aquí como en el Ølgod y en el Biercab, suena rock no demasiado quemado por la FM, y podéis pedir birra de la casa inspirada en Black Sabbath, como la IPA Electric Funeral. A quien pide vino, el 'birrelier' Enrique Hidalgo les tiene reservados El cabroncete y El Xitxarel·lo. Claro que siempre hay más aberrantes que quieren una clara: el equivalente a entrar en un templo del vino y pedir kalimotxo.

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