La calle Parlament es desde hace un tiempo la Vía Láctea de la barba, la 'fixie', los 'skinny', la camisa de cuadros. Un Williamsburg en miniatura en el barrio de Sant Antoni alrededor del cual orbitan los modernos más modernos de la modernité barcelonesa. En esta constelación 'hipster', destaca un asteroide zen que está enloqueciendo a la parroquia de la comida ecológica y los zumos vigorizantes 2.0. El nombre es The Juice House y certifico su poder curativo: se trata de uno de los medicamentos antiestrés más eficaces que he probado en los últimos meses. Si el cuerpo os pide cubatas, música estridente y suciedad, girad sobre vuestros pasos y subid a Gràcia.
Este espacio quiere que mitiguéis los rigores de la vida urbana y pongáis en solfa vuestro organismo. Por eso dispone de una carta de zumos prensados que recuerdan mucho a los de Mother (Joaquín Costa, 26) y llegan en tarros de mermelada reciclados: deliciosos. Son el brebaje estrella, aunque los 'smoothies' también son majestuosos y los tés e infusiones harían llorar a Gandhi. Todo muy bueno y saludable, pero aquí no se olvidan de los pobres fósiles que todavía beben alcohol: tienen vinos, vermut Morro Fi, cócteles clásicos modificados con ingredientes saludables y gin-tonics de calidad regados con ginebras premium.
Y todo esto sucede en un espacio sedoso, diseñado para inundaros las entrañas de buenas vibraciones solo con entrar. Madera clara, piedra vista y paredes blancas que aportan luz, suavidad y calorcito. Mobiliario rústico. Una vidriera en la parte del fondo vomita luz a través de un patio interior. Ilustraciones cuquis en las paredes. Y la guinda: un servicio cuidadoso, amable y siempre preocupado por la satisfacción del cliente. Solo falta una pegatina en la puerta donde ponga: Bibiana Ballbè 'friendly'.