“Con esta película he dado un giro a mi carrera, porque ya no interpreto a un catalán triste. Ahora hago... ¡de valenciano triste! Es un gran reto para mí y espero estar a la altura”, dice con toneladas de ironía y una sonrisa socarrona. Esta semana estrena 'La casa', y su director, Álex Montoya (nada que ver con el firmante de este artículo, más allá de años de confusión y cariño mutuo), nos explica que “David es un maestro de las entrevistas”. Damos fe de ello: siempre es un placer charlar con el hombre que, hace unos meses, ganó su segundo Goya y su tercer Gaudí por 'Saben aquel', el biopic de Eugenio. "Un trabajo muy bonito donde me ponía en la piel de otro catalán triste, en este caso llevado al extremo", afirma David Verdaguer (Malgrat de Mar, 1983).
Volvemos al filme que motiva este encuentro: 'La casa' adapta la novela gráfica homónima de Paco Roca (editada por Astiberri), y habla de la reunión de tres hermanos y sus respectivas parejas, e hijos, en un fin de semana en el que tendrán que decidir qué hacen con la vivienda que el padre, recientemente traspasado, levantó con sus propias manos. En pleno luto, la idea de vender un espacio que genera tantos recuerdos, tanta memoria y emociones, no es fácil de aceptar. Y los protagonistas se lo pensarán, y aprovecharán para poner sobre la mesa algunos reproches y cuentas pendientes, y descubrirán que cualquier conflicto familiar debe tener siempre el contrapeso del amor y de los abrazos, que deberían durar, como mínimo, siet