Marc y Raquel fueron a montar restaurantes españoles a China. Y volvieron a Barcelona con el bagaje de intentar explicara a cocineros chinos como se tenía que hacer una tortilla de patatas, por ejemplo. Con todo un universo de sabores y técnicas interiorizadas, también por haber rodado todo el mundo, sobre todo por el sureste asiático.
Los largos viajes de Marcs y Raquel en la búsqueda de sabores y placeres hacen que la carta del restaurante Casa Xica sea como un pasaporte goloso para viajar desde una cómoda silla en Poble-sec. Lo más fácil sería decir que hacen cocina de fusión. Pero se trata más de la recolección de gustos aprendidos en tierras lejanas, convertidos en platos que gustarán al más exigente. (Y también al más romántico. El restaurante es una saloncito íntimo y coqueto).
Como un tabule diferente, sabroso, sano, de proximidad y enriquecido con un pescado casi sin manipular. Aquí por menos de 10 euros puedes comer el plato del día más bebida y postre. ¿Fusión, decíamos? O más bien la invención de platos con un pie en cada orilla, que sorprenden por creatividad, pero sobre todo por sabor. Si fueran escritores, diríamos que tienen la suspensión de la incredulidad a prueba de bombas. ¿Dónde se ha visto una tortilla de Phad thai? ¿O un tartar de salmón con kimchi y salmorejo? También apuntan a la tradición primigenia sin retoques, como con unas aletas muy picantes de pollo estilo Shangai deliciosas.