1. Los antiguos caminos del agua
Inicio: L11 Vallbona
Final: L4 Trinitat Nova
Duración: 3 horas
Dificultad: Media
En el límite norte de la ciudad, Vallbona ha quedado aislada durante décadas del resto de Barcelona por el manojo de carriles de autopistas, la vía del tren y el río Besòs. De este modo ha preservado una esencia rural imposible de encontrar en ningún otro barrio. Buena parte de su territorio son campos y huertos, bañados por el Rec Comtal, la canalización construida el 954 para llevar el agua de Montcada a Barcelona y que sólo queda al descubierto en este barrio. Lo encontraréis dirigiéndoos hacia la plaza Primer de Maig. Con la mirada más fresca, volved a la Ciudad Meridiana, el barrio de bloques que suben por el pie de Collserola. Desde la plaza Roja seguid la calle Rasos de Peguera para encontrar un imponente acueducto del siglo XIX que se eleva por encima de un campo de fútbol en desuso.
Un patrimonio desconocido
Un poco más arriba hay otro tramo, el que se vislumbra desde la carretera. ¿Cómo puede ser que estos antiguos y monumentales acueductos sean tan desconocidos? Mientras los pensáis, volved a bajar hacia Torre Baró. Pasada la plaza del Eucaliptus, os adentráis en otro barrio insólito. En lugar de bloques encontraréis pequeñas casas integradas en la vegetación de Collserola. Seguid la calle Llerona, hasta el pequeño parque de Apolo, donde veréis el primer vestigio del acueducto de Torre Baró, más chato que el de Ciutat Meridiana. És un momento perfecto para beber en la fuente y recuperar fuerzas para subir la calle Ripollet y después Palau-Solità camino de la Trinitat Nova. Por aquí no hay ni aceras: sólo pasan los vecinos y el autobús del barrio. Unas últimas vueltas del acueducto en una curva anuncian que os aproximáis a la Casa de l'Aigua, en la calle Garbí, un sorprendente recinto modernista diseñado por Pere Falqués que acoge la antigua estación de distribución de aguas y la casa del guarda. Muy cerca encontraréis la estación de metro de la línea 11.