En Barcelona también se comen pintxos

Os decimos dónde encontrar los mejores pintxos de la ciudad

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Los pintxos son "propiedad" del País Vasco y Navarra, pero en Barcelona también hay lugares con largas barras repletas de estas pequeñas delicias sobre pan. Desde los clásicos a los más elaborados. ¿Crees que falta algún bar de pintxos importante? Dínoslo en los comentarios de abajo.

  • Sant Gervasi - Galvany
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Els Pinxus
Els Pinxus
Esto parece que ya es imparable. Hace unos años la ciudad de Barcelona era un desierto en relación a una oferta culinaria considerada un bien patrimonial ibérico, la tapa, y un bien patrimonial vasco, el pincho. No se podía imaginar la existencia de locales como Los Pinxus, con una oferta de pinchos, tapas, huevos estrellados, tortillas, ensaladas y encurtidos, encurtidos y escabeches de Premier League, y una cerveza que tiran como si estuviéramos en los mejores bares de Madrid.Toni Santanach es el pinche de Los Pinxus. Él, que formó parte del equipo de chefs de la escuela de Mey Hofmann, quería demostrar que en Barcelona es posible hacer tapas y pinchos nostrats, aprovechando una tradición culinaria que, como demostró el maestro Toni Massanés en su Corpus de la cocina catalana, no necesita reflejarse en ninguna cocina hispánica o europea. Su pincho de tartar de fuet es toda una declaración excepcional de principios.La cena giró prácticamente en torno a unos pinchos donde la calidad del pan es fundamental, aunque también pude probar una tapa de albóndigas con sepia fantástica. La carne que emplean a Los Pinxus es de primera y el pincho de hamburguesa de ternera con mayonesa de dos mostazas es muy recomendable.En Los Pinxus hay platos para todos los gustos. Yo tengo una gran predilección por la tripa: aquí la hacen al estilo de la prima, que debe ser una de esas primas que a las que apetece encontrarse en Navidad. O por unos huevos revueltos con bacalao, bestia anfibia que dem
Zeruko
Zeruko
Donde estaba la Librería Catalonia ahora está el Zeruko, hermanito barcelonés de la homónima y famosa barra de pintxos de Donosti, localidad que es la cuna del pintxo entendido como miniatura de la alta cocina.Y mejora nuestro panorama con un repertorio de pintxos entendidos como miniaturas de cocina creativa. Estamos hablando de pintxos un poco más caros de lo habitual, que en muchos casos son más sustanciosos que dos mordiscos. Encontraréis clásicos de la casa madre, como por ejemplo la hoguera de bacalao –cuidado, elegido mejor pincho del mundo en 2011–: un bacalao fino, servido sobre una parrilla con un carboncillo, que permite que el cliente lo ahume a su gusto. O la tosta de bogavante.
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  • Eixample
  • precio 2 de 4
Poca broma, el Maitea —afecto, en vasco— ofrece más de cien pintxos fríos y calientes. La particularidad, nos explica Nico Montaner, es que en esta atípica barra la cocinera es su madre, una vasca asentada en Cataluña. Y con raíces tan nuestras que en su extensísima carta el pintxo de puerro con romesco convive con la tortilla de pimientos del piquillo. En este afán catalanovasco, el personal puede comer pintxos en la barra o en mesa. Podríamos extendernos hasta el infinito explicando su variedad, pero sólo diremos que la tónica aquí es la sencillez, la originalidad y la calidad. Acudid sobre las 20.30 h, atletas de los palillos.
  • Gràcia
Ipar-Txoko
Ipar-Txoko
Aquí pueden disfrutar los amantes de la buena cocina vasca. Cálido restaurante de Gràcia. Las sugerencias las lee en voz alta y con acento vasco su propietario, Miguel. A destacar los chuletones, el excelente cogote de merluza a la espalda, y una lista de entrantes como almejas, chipirones y una insuperable tortilla de bacalao.
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  • El Gòtic
  • precio 2 de 4
Irati
Irati
A la hora de hablar de los mejores pintxos ha hecho fortuna la expresión «alta cocina en miniatura». Y en esta categoría lidera el ranking el Irati, con quince años de vida y barra. El director del restaurante, Àlex Monjas, nos explica que de sus pintxos, el que tiene menos ingredientes, tiene cuatro, y que han estudiado cuidadosamente el maridaje de todas las combinaciones. Su barra alargada, sin taburetes, alberga unas cincuenta variedades de pintxos, fríos y calientes. En una buena noche sirven 600.
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
Golfo de Bizkaia
Golfo de Bizkaia
De inspiración marinera en el diseño, el Golfo de Bizkaia pertenece al grupo Sagardi. En él encontraréis, a grandes rasgos, la misma selección que en su hermano mayor, el Sagardi, pero en una barra más íntima. De hecho, su encanto consiste en comer pintxos codo con codo con los habituales del Born. Si vais en hora punta, tendréis que estar motivados, pero sus pintxos bien valen un rato de trinchera gastronómica.
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  • Lugares de interés
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
Euskal Etxea
Euskal Etxea
Este bar fue una de las primeras barras de pintxos donostiarras de la ciudad. Y han sabido mantener un valor añadido. Para empezar, si consideráis el bosque de codos de la barra demasiado salvaje, vendrán a atenderos a la mesa. Segundo, tienen pintxos vegetarianos y sin gluten, aptos para celíacos. Y, tercero, su arsenal de casi treinta variedades frías y calientes fuciona durante todo el día.
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
Txirimiri
Txirimiri
Aunque su situación –en una arteria turística– al primer vistazo provoca rechazo, los pintxos del Txirimiri son de primera. Íñigo Albizu hace más de diez años que se dedica al arte del pintxo y quien quiera disfrutarlo, sin practicar el innoble deporte del codazo, haría bien en acercarse aquí hacia las 12.30 h y a las 20.30, los dos momentos en los que llena una barra corta, pero muy sabrosa, con más de 50 variedades. En caliente, la chistorra reina, combinada con huevo de codorniz, por ejemplo. En frío, os recomendamos un exquisito pudin de puerro y gamba. Albizu, vasco de pura cepa, abomina la costumbre, impuesta por el turismo, de pagar contando los palillos, pero se ha resignado. «En el País Vasco, es una cuestión de confianza», dice.
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  • Esquerra de l’Eixample
Taktika Berri
Taktika Berri
Esencia vasca, sencillez, tradición y producto (no hay manera de encontrar mesa). El tronco de merluza o el chuletón de buey son inapelables, y también disponen de una de las mejores barras de pintxos de la ciudad.
  • Les Corts
Lagunak
Lagunak
No es el restaurante vasco más conocido de la ciudad, pero le avalan más de 10 años de trabajo discreto y bien hecho. En la barra del Lagunak encontraréis una variedad de casi treinta pintxos, además de buenas cazuelitas y la garantía que su propietario, Pedro Bellver, es oriundo de San Sebastián, el alfa y el omega del pintxo: «Esta es una barra tradicional, totalmente enraizada en la cultura del pintxo», afirma. No esperéis innovación, pero sí mucha solidez. Su croqueta de txangurro (buey de mar), rellena sólo con el guiso del animal, es un buen ejemplo. Las mejores horas para probarlos recién hechos son: 13.30 y 20.30 h.
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