Telliskivi, la zona creativa y de diseño
El centro histórico de Tallin, tan medieval y tan de cuento, es lo que te esperas... pero poner un pie en los nuevos barrios que hay fuera de la muralla, no es que te sorprenda, es que te hace estallar la cabeza como si te lanzaran por sorpresa un jarro de agua más fría que la del Báltico. Y eso es lo que pasa cuando descubres la Ciudad Creativa de Telliskivi, en Kalamaja. Es perfecto para ir de compras, tomar café, salir de copas y fliparlo mucho. Y lo que más mola es que se haya levantado en una zona abandonadísima y marginal: las antiguas fábricas de Tallin (naves industriales de la época zarista levantados por la Armada Imperial Rusa en Kalamaja), que en el año 2006 resurgieron (gracias al movimiento vecinal y la autogestión) como zona alternativa de creativos.
Hoy es el germen de artistas urbanos y callejeros (sus muros son puro street art), negocios de diseño y los proyectos más chulos de la ciudad: sus edificios fabriles de piedra caliza (estéticamente recuerdan mucho al complejo de Matadero Madrid) acogen direcciones imprescindibles para estar al día: cafés de especialidad como The Brick Coffee Roastery, destilerías de ginebra como Junimperium, helados artesanos como Lamuu (vende cien toneladas de helado al año), cerveza craft como la fábrica Pohja Koon, restaurantes dentro de un vagón original que viajaba a Moscú en los años 50 como Peatus... Y la tienda de decoración Shishi (la favorita para comprar flores en primavera y adornos navideños en invierno), la galería de arte y diseño Fotografiska (su restaurante tiene una Estrella Michelin Verde), la tienda de ropa de autor hecha con textiles reciclados Moda Reet Aus...