Peratallada, uno de los pueblos más bonitos de España
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Estos son los 21 pueblos más bonitos de España

Ojito con esta lista, porque algunos son muy famosos, pero hay otros de los que seguro no has oido hablar (y deberías)

Noelia Santos
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¿Cuál es el pueblo más bonito de España? La competencia es tan grande, que resulta muy difícil responder a esta pregunta. Por eso no diremos solo uno, ni dos, ni tres, sino que en esta lista hemos seleccionado hasta 21 pueblos bonitos que confirman que el turismo de interior es una de las mejores opciones de viaje a tener en cuenta para una escapada de fin de semana, o para un puente, da igual que sea invierno que verano, en primavera o en otoño. Desde la belleza de las villas marineras de Cudillero o Altea, a joyitas de interior excavadas en la roca, como Setenil de las Bodegas, en la ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz, o incluso alzadas sobre ella como la burgalesa Frías. ¿Vamos de viaje?

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No hay que viajar hasta Burano, en el norte de Italia, para disfrutar de un paisaje urbano repleto de fachadas de colores. No mientras en Villajoyosa, pueblo costero alicantino, se siga respestando esta antigua tradición marinera. Ellos, los marineros, son quienes las habitaban en el pasado y quienes iniciaron esta tradición de policromía saturada que ha llegado hasta nuestros días y que ofrece una de las vistas más fotogénicas de la localidad. Imperdible: pasar por su lonja, (una de las más importantes del Mediterráneo, dicho sea de paso), ir al Mercado Central y elegir un pescado para que te lo preparen al momento en la cantina. Y de postre, chocolate, que para eso estamos en la cuna de Valor, y otras tantas chocolaterías tradicionales. ¿Hay un plan mejor? 

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Es curioso que un pueblo del que ya se tenía conocimiento en el paleolítico, fuera elegido como el mejor destino desconocido de Europa por European Best Destination. Es Setenil de las Bodegas, una villa que también forma parte de la ruta de los Pueblos Blancos de la serranía de Cádiz y que, además, es miembro de la red de pueblos más bonitos de España. Por todo ello, ha sido imposible dejarlo fuera de esta lista. Y porque el entramado de sus calles, repleto de casas-cueva donde las rocas forman parte natural de paredes y techo, debe estar en la lista de lugares a visitar. Está situado en un cañón erosionado del río Guadalporcún y, para que nadie se pierda este espectáculo rural, sus calles más conocidas son, precisamente, la calle Cuevas del Sol (un pasadizo natural bajo la roca, morada de bares y tabernas típicas, que hace las veces de paseo marítimo de interior a orillas del río) y calle Cuevas de Sombra (lo mismo, pero mucho más apetecible en verano, cuando el sol no consigue atravesar la roca, pero sí la brisa que sopla calle arriba y abajo). Lo dicho, un imprescindible en cualquier ruta por el sur de España. 

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3. Castrojeriz (Burgos)

Desde el 1 de enero de 2023, Castrojeriz forma parte de la larga lista de los pueblos más bonitos de España. Un hermoso lugar clavado en medio del camino de Santiago francés y con una panorámica icónica: el castillo de Castrojeriz, fortaleza cuyos orígenes se remontan a una torre romana fechada en el siglo I d.C y que corona el cerro sobre el que se asienta el municipio. Y no es lo único interesante para ver en el pueblo: el Palacio de los Condes de Castro (de estilo gótico) y la Iglesia Virgen del Manzano (desde 1214), en la que actualmente se encuentra el museo de Arte Sacro, con tallas medievales, pinturas flamencas, pergaminos y piezas de orfebrería, son dos de las joyitas arquitectónicas y patrimoniales por las que merece la pena una escapada a este municipio. 

4. Pals (Girona)

Pals es, posiblemente, uno de los pueblos más bonitos del Bajo Ampurdan. Y eso que la competencia es muy dura (Peratallada, Begur, Monells, Calella...). Una reliquia medieval que parece haberse detenido en el tiempo y que más que un pueblo parece un escenario de cartón piedra. Buganvillas moradas y mucha vegetación enredada en las fachadas de muros de piedra que componen una estética típicamente homogénea y que dan ese carácter tan genuino a este rincón de la Costa Brava. 

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5. Fornalutx (Mallorca)

Porque las playas masificadas y aglomeradas de turistas insaciables no es todo lo que pueden ofrecer las islas Baleares, merece la pena adentrarse hacia el interior. En el corazón de la sierra de la Tramuntana, en un paraje rústico y rodeado de naranjos y limoneros, se encuentra Fornalutx, un pueblito con mucho encanto en Mallorca, tallado en piedra y adornado con buganvillas de colores a los pies del macizo más alto de la sierra (Puig Major), muy cerca del conocidísimo y turístico pueblo de Sóller. Pero lo de Fornalutx es otro rollo, mucho más cercano y auténtico. Calles empinadas y empedradas que fluyen alrededor de la iglesia del siglo XIII, centro neurálgico de la población y punto de partida para conocer de cerca este pueblo mallorquín, el primero de la isla en incluirse en la lista de los más bonitos de España. Pista: si lo que buscáis es un rincón para instagramear un rato, lo encontraréis en las calles Eglesia, Sant Sebastiá o del Metge Mayol.

6. Cudillero (Asturias)

Los pueblos costeros tienen algo que les hace especial y que les aupa, casi sin querer, en el podio de cualquier lista que hagamos de los pueblos más bonitos. Y, cómo no, eso le pasa también a Cudillero, con sus casas arracimadas en la ladera de su puerto pesquero, justo en la salida hacia el mar, que lo convierten en una de las postales más bonitas del litoral asturiano. Uno de los mejores lugares para contemplarlo es desde la plaza principal, pero no el único, porque Cudillero está repleto de miradores desde los que contemplar el pueblo. Y para que nadie se pierda, citaremos dos: el mirador de la Atalaya y el mirador del Pico. Y como siempre habrá ganas de más, merece la pena echar el último vistazo desde su faro, una joyita arquitectónica en pie desde el siglo XIX y al que se llega caminando desde el centro de esta villa marinera. 

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Ya lo decimos en nuestra lista de los pueblos más bonitos de Madrid: este es también uno de los pueblos más bonitos de España. Y motivos no le faltan. ¿El más llamativo? Estar en medio de uno de los espacios naturales más espectaculares de la Comunidad. Enclavado en la Sierra Norte, a los pies del puerto de Somosierra y a unos 75 km al norte de la capital, Buitrago de Lozoya es el único pueblo de la comunidad que conserva íntegras sus murallas defensivas, que se alzan sobre el río del que toma su nombre. En este recinto amurallado, declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural, se sitúa la Iglesia de Santa María del Castillo, la Torre del Reloj y su conocido castillo (antigua residencia del Marqués de Santillana), conformando un entorno medieval que ayudan a conocer las visitas teatralizadas con las que cuenta el municipio. Buitrago es cita obligada también para los amantes del arte contemporáneo, ya que en él puede visitarse el Museo Picasso, que acoge 60 obras donadas al municipio por Eugenio Arias, barbero e íntimo amigo del pintor malagueño.

8. Puentedey (Burgos)

Puentedey, en la provincia de Burgos, es la última y más reciente incorporación a la lista de Pueblos más Bonitos de España. De hecho, es el único de los 22 candidatos que ha conseguido el distintivo. Y solo por eso, merece una visita. Con apenas 50 habitantes, se encuentra en un entorno único del norte de España, en la comarca de Las Merindades. Y asentado (de manera literal) sobre un arco de piedra, una formación rocosa sobre el río Nela con aspecto de puente que dicen fue creada por el mismo Dios (de ahí su nombre), según cuentan las leyendas populares. 

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Trujillo es, sin duda, una de las ciudades más bonitas de Extremadura (con permiso de Cáceres y su increíble casco histórico medieval). Considerada para muchos solo una ciudad de paso (está a solo 45 kilómetros de Cáceres), basta detenerse y pasar más de un día entre sus callejuelas empedradas y los restos de su fortaleza para conocer el pasado histórico de esta villa en la que vivieron visigodos, romanos, musulmanes y cristianos. La plaza Mayor (cuna de una de las mejores ferias del queso de España), la fachada renacentista del Palacio de Carvajal Vargas (o palacio de San Carlos), las paredes rojizas de la iglesia de San Martín (del siglo XIV), o el castillo levantado sobre una antigua alcazaba árabe son sin duda paradas obligadas. ¿El monumento más icónico y reconocido? La estatua de Francisco Pizarro, el conquistador de Perú, nacido en Trujillo, y que tiene en la plaza Mayor una estatua en su honor. 

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En España hay muchas bodegas interesantes. Pero pocos lugares pueden presumir de ser conocidos como el pueblo de las mil bodegas. Como este, Fermoselle, una villa zamorana que también es famosa por ser la capital de los Arribes del Duero, bellísima comarca natural enclavada entre los límites de España y Portugal. Ahí se levanta este pueblo, construido literalmente sobre rocas de granito y que bastante tiempo atrás estuvo amurallado. Hoy no se conserva casi ningún resto visible de su muralla, pero aún así, el entramado de su casco antiguo (candidato a Patrimonio de la Humanidad) merece una vista para descubrir, entre otras cosas, por qué es uno de los pueblos más bonitos de España

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