Moderno, brutalista, rodeado de jardines y con piscina. Esa podría ser una de las mejores cartas de presentación estética del Parador de Segovia, de los primeros de la red que se construyeron en edificios de nueva planta (y no en edificios históricos existentes). Su autor, el arquitecto Joaquín Pallás (en 1963), en una época en la que el brutalismo y el regionalismo dominaban en la arquitectura. Hoy es una opción perfecta para una escapada de fin de semana, en plan romántico, en clave de relax y descanso o para darse un festín gastronómico de renombre (y con sabor a cochinillo o cordero lechal asado) en una de las ciudades monumentales más importantes y mejor conservadas de España; el centro histórico de Segovia está a solo tres kilómetros del parador, y el acueducto romano, el alcázar medieval y la catedral gótica son visita obligada. De vuelta al Parador, os gustará si sois amantes de la arquitectura de hormigón, la luminosidad y los espacios amplios, la vegatación interior, las chimeneas, las piscinas de interior climatizadas y las piscinas exterior con vistas panorámicas (de hecho ese fue uno de los motivos que llevaron a construir este parador en el lugar en el que se ubica). Lo dicho, un icono de la arquitectura del siglo XX con vistas a muchos siglos de historia en uno de los paradores más cercanos a Madrid.
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Detalles
- Dirección
- Ctra. de Valladolid, s/n
- Segovia
- 40003
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