Hablar de Paradores es sinónimo de hotel con historia y mucho encanto. Y el de La Granja de San Ildefonso cumple a rajatabla con esas dos premisas, sumando una más: relax y bienestar. Porque este lugar remoto escondido en la sierra de Guadarrama, que en el pasado atrajo a la monarquía como lugar de descanso y desconexión, cuenta con una zona wellness y spa que lo convierte en el lugar perfecto para una escapada de fin de semana (a poco más de una hora desde Madrid).
Este precioso Parador se ubica en lo que en el pasado fue la Casa de los Infantes, un impresionante edificio con tres patios interiores levantados a cuatro alturas que fue mandado construir por Carlos III en el siglo XVIII para el uso y disfrute de sus hijos, los infantes Gabriel y Antonio. Y el lugar no podía estar mejor elegido; una villa declarada conjunto histórico monumental, y el lugar favorito de retiro de Felipe V. Su Palacio Real es digno de ver por su decoración interior, además de la Fábrica de Tapices, la Sala de Mármoles, los jardines versallescos y, cómo no, la Real Fábrica de Cristales de La Granja.