1. Garachico
Ponemos rumbo a Tenerife para descubrir el que posiblemente sea uno de los pueblos más bonitos de la isla, y del archipiélago de las Canarias en general. Se trata de Garachico, una bellísima localidad situada en el norte de la isla, muy cerca del Puerto de la Cruz, y al lado de Icod de los Vinos (otro de los 'hotspots' de la isla). El pasado de la villa de Garachico es de lo más interesante (llegó a ser puerto principal de la isla) y se nota en la monumentalidad que todavía hoy reflejan algunos de los edificios históricos de la ciudad, tanto que su casco histórico presume de estar declarado Bien de Interés Cultural. Aunque si por algo nos parece un pueblo bonito para visitar en verano (o cuando se tienen ganas de habitación con vistas al mar) es por sus zonas de baño: el caletón es una de las más famosas y apetecibles. Y no, no es una playa, sino una piscina natural que se formó como consecuencia de la lava que brotó del volcán Trevejo a comienzos del siglo XVIII. Simplemente excepcional.