A Anglet se la conoce como 'Pequeña California', escondida en un rincón del País Vasco francés. Y puede que, posiblemente, sea el secreto mejor guardado de la Côte Basque, además de uno de los lugares más bonitos y desconocidos de Francia. Este destino que recuerda tantísimo a las playas de Malibú está a solo una hora y media (en avión) desde Madrid, y no presume de vecinos aristócratas ni construcciones palaciegas (eso ya lo hace Biarritz). Porque a Anglet, con sus casi cinco kilómetros de playas bañadas por el Atlántico, le gusta vestir de neopreno, coger olas y pedalear por un carril bici que mira al mar junto a los acantilados (Boulevard des plages). ¿Y lo mejor? Que no lo hace sólo en verano sino en cualquier época del año.
Qué hacer en Anglet a primera hora del día
El surf llegó al País Vasco francés en los años 60. Y si Biarritz presume de ser la cuna del surf francés, Anglet puede hacerlo de tener uno de los tubos más bonitos de la costa vasca. Se forma en la Chambre d’Amour, la playa con el nombre más romántico y que concentra un buen número de escuelas. Coger olas bajo la atenta mirada del faro de la Pointe Saint Martin, entre Anglet y Biarritz, parece buen sitio para empezar a practicarlo.
Además, esta playa es el escenario de una de las citas de surf más interesantes que se organizan a este lado del Bidasoa. Se trata de Caraibos Anglet Surf de Nuit, un evento capaz de atraer a surfistas de todo el mundo durante una vez al año (en el mes de agosto) para coger olas al anochecer.
Tiendas imprescindibles para ir de compras en Anglet
Imprescindible una visita a la tienda de ropa de playa y surf Rainbow (abierta desde 1983): su fachada arcoíris flanqueada por palmeras nos lleva directos a las playas de Malibú (ponchos, trajes de baño, vestidos...). Y en el lado opuesto del armario, Erro, la recién llegada: un taller familiar que trabaja con piezas de cuero de manera artesanal (le avalan varias generaciones al frente del negocio de la guarnicionería y las sillas de montar). Suya es la primera boutique de bolsos y carteras de piel con ADN cien por cien vasco de la zona.
Si además sois adictos a las antigüedades y las piezas de segunda mano, no os perdáis el mercadillo que se organiza cada segundo domingo de mes en la plaza de Cinq Cantons. 'Savoir fair' francés en estado puro. Y si da la casualidad de que pasáis por aquí en primavera o invierno, anotad 'Le Quartier Moderne', la feria de diseñadores y creadores que se organiza dos veces al año, durante los meses de mayo y diciembre. Imperdible.
Dónde comer (muy bien) en Anglet
Nada de pintxos a este lado del Bidasoa. A la hora de la comida (a eso de las 12 horas) la barra que manda es la de los puestos de mercado y de degustación gastronómica local en sitios como el Biltoki de Les Halles: ostras fine de Claire, caracoles de mar, jamón de Bayona, pimiento de Espelette, una cava de quesos infinitos y buen vino de bodegas locales.
Qué hacer en las playas de Anglet al atardecer
¿Chiringuitos de playa? No, en la costa vasca son más de cabañas efímeras (como Kostaldeak o Lagunak), con barras y taburetes de madera frente al mar, platos para compartir, cócteles y música al atardecer. La magia está servida.
Dónde dormir en Anglet: los mejores hoteles
La burguesía francesa elegía mansiones como Brindos, Lac & Châteaux para descansar (y hacer fiestas en su lago). Este castillo decimonónico con lago privado y secreto es hoy propiedad de Maisons Millesime (responsable de su carácter familiar y hospitalario, y de su diseño interior tremendamente acogedor). Dormir en una de sus suites de ensueño es volver a la Belle Époque sin necesidad ni obligación de vestir Chanel; alojarte en uno de sus lodges flotantes, es el capricho que tienes que darte una noche de verano cualquiera.