La terraza de tu vida está en este ático de Malasaña y a un clic en Airbnb
AirbnbLa terraza de tu vida está en este ático de Malasaña y a un clic en Airbnb
Airbnb

Los 8 Airbnb de Malasaña donde nos quedaríamos a vivir

Quédate a dormir en el barrio de Madrid que nunca pasa de moda. Te chivamos dónde

Publicidad

Es el barrio de la bohemia y el encanto eterno, el que siempre tiene algo que decir y en el que todo el mundo quiere alojarse la primera vez que viene a Madrid. Bueno, las siguientes también. Hacer noche en Chueca está bien, muy bien. También en Atocha, en La Latina y, por supuesto, en el centro. Pero hacerla en Malasaña no tiene rival. Por eso, he aquí los Airbnb de Malasaña en los que querrás dormir en tu próxima escapada a Madrid.

Ojo, porque no es un listado cualquiera. Tiene mucho de nuestro criterio, pero también de las aportaciones encontradas en la Recomendación del viajero, el nuevo distintivo de Airbnb.

RECOMENDADO: Los mejores Airbnb en Madrid.

1. Al despertar, la terraza estaba allí

Los tejados de Madrid son esa estampa de la que poco se habla entre los turistas y mucho entre los locales. Por eso, cuando te alojes en este Airbnb de Malasaña y salgas a su espléndida terraza, levanta la vista y mira al frente: ver la ciudad desde esta perspectiva es algo que sorprende y que no está al alcance todo el mundo. Sí, este apartamento, con capacidad hasta para cuatro viajeros, es un lujo; pero tú hazte fuerte en la terraza. Haz acopio de bebida y de algo para picar y disponte a disfrutar de cómo el sol, con su movimiento, juega a cambiar de color el espectáculo que tienes delante.

2. El de los ventanales por doquier

De tantos ventanales como tiene este Airbnb de Malasaña no sabrás por cuál mirar. Puede que te tiente ver cómo el barrio se va desperezando desde esa enorme cama en la que resulta imposible dormir mal. A lo mejor eres más de contemplar las fachadas típicas de Madrid desde la bañera. Sí, desde una ovalada y bien blanca que llenar con agua y espuma para regalarte un rato de relajación. Quizá, prefieras oír cómo transcurre el día a día desde la isla de su cocina, mientras preparas algo para picar. O puede que te animes a encender la chimenea, colocarte junto a ella y quedarte embelesado con la luz que entra en este apartamento. Tú eliges.

Publicidad

3. La casa en la que apetecerá hasta que llueva

Será la excusa perfecta para no salir y escuchar el agua caer. No sabrás si hacerlo desde la cama, bajo ese techo abuhardillado contemplando cómo las gotitas impactan contra la ventana que hay sobre ti. Quizá prefieras sentarte, café en mano, en la barra de ladrillo visto de su cocina americana; o recostarte, bajo una manta calentita y entre mullidos cojines, en un sofá que pide a gritos que te quedes cinco minutitos más. Y es que en este apartamento todo destila encanto. Probablemente, sea cosa de la madera presente en contraventanas y muebles, de las ilustraciones que salpican las paredes aquí y allá; de las plantas que convierten las casas en hogar o de esa pantalla gigante en la que sabes que podrás ver tus películas y series favoritas.

4. Aquí se venera el diseño

También la originalidad y el cuidado del detalle. Y se demuestra en cada rincón de este apartamento situado a medio camino entre Malasaña y Chueca. Velas y libros de consulta en la mesa del salón, amenities en ese baño de bañera tentadora, papeles pintados de motivos evocadores para decorar sus paredes o acabados de un azul hipnótico en su cocina. Creerás estar en el interior de una casa de revista y no en un Airbnb en Malasaña, a un paso de las principales atracciones turísticas de Madrid. Y es que la ubicación de este alojamiento es excepcional: tan solo un paseo te separará de lugares como la Plaza Mayor, el Palacio Real o Plaza de España.

Publicidad

5. ¿Su joya de la corona? La terraza

En este ático se respira vida, la de nuestro tiempo y la de otra época, una en la que las vigas de los techos eran de madera y los suelos de baldosas. El encanto de antaño, que los propietarios han tratado de conservar allí donde ha sido posible. Donde no, se han encargado de restaurar, renovar y mejorar con todo tipo de comodidades. Quienes las han probado dicen que sus camas no es solo que sean inmensas es que son de sobresaliente. Y la terraza, ¡qué terraza! ¿Las vistas? Primera fila al perfil del Edificio Telefónica. Despliega el toldo y toma asiento en alguno de sus silloncitos: el espectáculo está ahí fuera.

6. El de los detalles sorprendentes

¿O acaso no lo es una lámpara con forma de mono trepador? Y es que este Airbnb de Malasaña ha desarrollado la curiosa habilidad de sorprender a quien se hospeda en él con ese tipo de detalles que a uno le hacen sonreír. También saber que quien lo ha decorado se preocupó por que tú te sintieras como en casa. En este loft de 100 metros cuadrados manda el blanco, tanto que a veces creerás estar suspendido en otra dimensión. Te bajarán a la realidad los colores de sus modernos muebles, de sus originales cuadros y de sus esculturas. Sus siete ventanales serán toda una invitación a asomarte al barrio que se extiende ante ti.

Publicidad

7. Te sentirás como un vecino más

Hay calles de Malasaña en las que la vida de barrio todavía resiste. Relajada y con el encanto de los pequeños gestos cotidianos: un café en el bar de la esquina, una barra de pan en la panadería de siempre, los libros se compran en la pequeña librería de enfrente… Esa vida es la que podréis experimentar cuando os alojéis en este apartamento. De decoración moderna, cuidada y con buen gusto, posee la luminosidad que caracteriza a los espacios diáfanos de grandes ventanales. Ay, amigo, esos ventanales. Será abrirlos y salir a sus balcones para ir intuyendo algo de esas dinámicas que te acabamos de describir.

8. El alojamiento perfecto para crear recuerdos

No lo decimos solo por todo lo que Madrid te dará cuando te lances a recorrerlo desde este Airbnb en Malasaña, sino también por lo que encontrarás en el que será tu alojamiento en la capital. En este piso, perfecto para tres viajeros, las mañanas transcurren sin prisa, sentado en alguno de los sillones de ese salón blanco y ante un café humeante. Aquí no se consulta el tiempo en el móvil, se sale al balcón para ver con qué nos sorprenderá el día de hoy. Las noches, en cambio, son recogidas, de cerrar los ventanales para que no entre la luz, de dejarse mecer por el increíble colchón de esa enorme cama y de no necesitar contar ovejitas porque será tumbarte y caer en brazos de Morfeo.

Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad