1. Al despertar, la terraza estaba allí
Los tejados de Madrid son esa estampa de la que poco se habla entre los turistas y mucho entre los locales. Por eso, cuando te alojes en este Airbnb de Malasaña y salgas a su espléndida terraza, levanta la vista y mira al frente: ver la ciudad desde esta perspectiva es algo que sorprende y que no está al alcance todo el mundo. Sí, este apartamento, con capacidad hasta para cuatro viajeros, es un lujo; pero tú hazte fuerte en la terraza. Haz acopio de bebida y de algo para picar y disponte a disfrutar de cómo el sol, con su movimiento, juega a cambiar de color el espectáculo que tienes delante.