1. La belleza del minimalismo
¿Con estas vistas quién necesita decoración para enamorarse de un apartamento? Imagínate: tú, quien tú quieras y un despertar con Madrid desperezándose ante ti y a tus pies. Lo de los ventanales de este Airbnb en el Barrio de Salamanca es de otro planeta. De uno en el que, sin duda, nos gustaría quedarnos a vivir. No lo creemos, pero si necesitaras alguna que otra razón más para decidirte a reservar en este alojamiento, solo te bastaría darte una vuelta por su salón. Amplio, diáfano, con enormes cristaleras por las que la luz se cuela sin remordimiento, puro blanco por doquier y con elementos de color que se encargan de poner objetos como una tabla de surf roja. Puedes pensar que desentona, pero menudo rollazo tiene.