1. Valldemossa. Uno de los pueblos más bonitos de Mallorca
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  2. Cala de Moro. Una de las playas más bonitas de Mallorca
    ShutterstockCala de Moro. Una de las playas más bonitas de Mallorca
  3. Cala Figuera, uno de los pueblos marineros más bonitos de Mallorca
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  4. Cala Figuera. Mallorca
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  5. Belmond. La Residencia. Mallorca
    Belmond. La Residencia. Mallorca

24 horas en Mallorca entre calas azul turquesa y pueblos bonitos

  • Viaje
  • Fuera de Madrid
Noelia Santos
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Time Out dice

¿Qué ver en Mallorca en una escapada de un día? Difícil responder a esta pregunta teniendo en cuenta que esta es, posiblemente, una de las islas más versátiles del Mediterráneo. Una imprescindible para hacer un viaje en cualquier época del año (incluso en una escapada fuera de temporada), y destino indiscutible para una escapada de verano. Porque Mallorca lo tiene todo: gastronomía única, pueblos preciosos, playas (y calas) de ensueño, artesanía popular que es puro diseño, alojamientos singulares... La recorremos de norte a sur, y de este a oeste para desvelar los rincones que no te puedes perder. 

Qué ver en Mallorca

Las mejores playas

Dónde dormir

Qué ver en Mallorca: lugares imprescindibles

Mallorca es la más grande las islas Baleares, ese paraíso Mediterraéno de aguas cristalinas, calas solitarias, cuevas escondidas y vida 'slow' en el que cualquiera querría perderse durante más días de los que duran unas vacaciones. Tan idílico, que todo en la isla parece sacado de un sueño inolvidable. Lo lógico, cuando se visita por primera vez, es empezar por Palma, la capital, y hacer una visita en clave cultural (no hay que perderse un paseo a los pies de la catedral, visitar el castillo de Bellver, entrar en el museo Es Baluard o la Fundación Pilar i Joan Miró) y gastronómica (su casco antiguo es el escondite de restaurantes con patio y mucho encanto).

Los pueblos más bonitos de la isla de Mallorca

No es casualidad que algunos de los pueblos más bonitos de España estén en las Baleares en general, y en la isla de Mallorca en particular. Lo único que hay que elegir para trazar la ruta a seguir, es si quieres playa o montaña:

- A pie de costa, destinos tan mágicos como Santanyí (ubicado al sur de la isla y conocido por lugares de postal como el puerto de Cala Figuera)

Sóller , con un atardecer envidiable desde el puerto y un tren histórico de madera que conecta con Palma desde 1912.

Deiátan bonito que parece salido de un cuento, y además con acceso directo a la playa.

- En el interior, pueblos empedrados en las laderas de la sierra de la Tramuntana con increíbles vistas al mar, como Valldemossa, posiblemente uno de los más conocidos gracias a vecinos ilustres (fue el refugio de amor de Federico Chopin y la poetisa George Sand).

Fornalutx , menos saturado de turistas pero nos atrevemos a decir que incluso más mágico que los anteriores.

- Pollença, en el norte de la isla, con un entramado de callejuelas y una historia ligada a la legendaria orden de los Caballeros Templarios. 

- Alcudia. Un pueblo joya, también al norte de Mallorca, en el que se esconen algunas de las playas famosas para viajar en familia, como la de Muro. 

Las mejores playas que no te puedes perder en Mallorca

Si una de las playas más espectaculares de Europa está en Mallorca, sobran los motivos para ir de cala en cala en busca de otras igualmente singulares. Porque toda la isla es un paraíso de aguas turquesas y arena blanca que, a ratos, pueden incluso engañarnos y hacernos creer que estamos en el Caribe. Quedarnos solo con un puñado de playas es difícil, pero podríamos decir que estas son las diez calas y playas imprescindibles de Mallorca (y las más impresionantes) para visitar por primera vez: 

- Sa Calobra. En el noroeste de la isla, una lengua de arena que se asoma al mar entre dos rocas inmensas. Está en el corazón de la sierra de la Tramuntana y se puede llegar desde Sóller. 

- S´Almunia. Una cala pequeña, pequeñísima, en la que no hay arena. En realidad es una calita de rocas con un encantador embarcadero junto a un pueblito de pescadores en Santanyí. 

- Es Trenc. Es una de las playas vírgenes más conocidas de Mallorca. Tiene una longitud tan larga e infinita, una arena tan blanca y unas aguas tan cristalinas, que a menudo se la compara con una playa del Caribe. 

- Cala Varques. Es una cala virgen de Manacor, rodeada de cuevas naturales en el este de la isla. Para llegar hay que pegarse una buena caminata, pero merece la pena. 

- Cala Sa Nau. Rodeada de un pinar mediterráneo, es el resultado de la desembocadura de un afluente de agua dulce. Además de bonita es una cala muy recomendable para ir en familia.

-  Portals Vells. Esta es, posiblemente, una de las playas de roca y arena fina más emblemáticas de toda la isla. El único inconveniente es que está muy cerca de Magaluf (desde donde se llega fácilmente en barco) y eso hace que, en determinadas épocas (y horas del día) esté demasiado saturada. 

- Cala de Moro. Esta pequeña cala situada en el sur de la isla presume de tener, posiblemente, el agua más cristalina de todas. Tan espectacular y paradisíaca que en 2022 ha sido incluida en la lista de las playas más increíbles del mundo. 

- Cala Llombards. Una bahía mágica, protegida del oleaje, de arena sedosa y deslumbrante. Sobran adjetivos para ir a darse un baño a esta calita de Santanyí, en el sureste de la isla. 

Formentor. Porque no todo en la isla son playas vírgenes ni calitas escondidas. Este deslumbrante arenal, de casi un kilómetro de longitud, cuenta con bandera azul y zona de hamacas, lo que confirma que otro tipo de experiencias son posibles. Pero igulmente espectaculares: de ahí sus vistas increíbles al pinar de la Sierra de Tramuntana.   

- Mitjana. Situada en la costa este de la isla, esta es una de las joyas secretas de Mallorca, (no se debe confundir con la cala del mismo nombre que hay en el noreste). Apenas tiene 30 metros de largo, y la encontraréis a pocos kilómetros al norte de Cala d'Or, en Felanitx.

Dónde dormir: los mejores hoteles de Mallorca

Mallorca es solo una, pero las opciones de viaje son infinitas, como sus alojamientos, desde grandes cadenas hoteleras a singulares hoteles boutique, sin olvidar las fincas agrícolas o las casas señoriales que dominan en el interior de la isla. Estos son tres buenos ejemplos para alojarse durante las vacaciones: 

- Belmond La Residencia. Escondido entre el paisaje montañoso de Deià, este es uno de los hoteles más legendarios de la isla. Y de los más lujosos también. Porque no es solo un alojamiento, es una aventura única vinculada como ninguna otra al legado, la artesanía y el servicio más auténtico dedicado a preservar la esencia más auténtica de su entorno. Su pasión por la isla y su historia se puede degustar incluso en su restaurante El Olivo (con un menú que vuelve a los orígenes musulmanes y el legado andalusí en Baleares) y su compromiso con el arte, en MITICO, la serie artística desarrollada junto a la prestigiosa galería de arte internacional Galleria Continua que puede verse en espacios exclusivos de La Residencia (y otras exclusivas propiedades del grupo en el mundo). 

- Zel Mallorca. El primer hotel de Rafa Nadal en la isla mallorquina abierto bajo la recién estrenada marca de hoteles lifestyle de esencia medieterránea de Meliá. El resultado es un inmenso refugio repleto de energía en Palmanova (Calviá), y en el que se hacen guiños constantes a destinos cercanos (como Italia o Grecia).

Hotel Cort. El centro de la ciudad es un hervidero de buenas direcciones, y este hotel boutique es una de ellas. De estilo urbano y cosmopolita, apenas cuenta con 14 habitaciones en un enclave único para explorar el casco antiguo de la ciudad: en el corazón de Palma, frente al ayuntamiento, en una de las plazas con más valor arquitectónico y patrimonial de la capital (y donde también está ese olivo centenario que aparece en miles de fotografías de la isla). 

Detalles

Dirección
Carrer del Moll, 3
Palma de Mallorca
07012
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