Pulpa Vintage no es una tienda de ropa de segunda mano más. Es el sueño de dos personas comprometidas con el medio ambiente y el consumo responsable, que llevan más de cinco años sin comprar ropa nueva. Son Nico y Leá, franceses que han venido desde Francia para vivir, emprender y, de paso, permitir a los madrileños hacer lo que a ellos más les gusta: "comprar ropa de segunda mano vintage en un lugar que mola". Así es desde junio de 2023, fecha desde la que se instalaron en este local del barrio de Chueca que, más que una tienda, parece una casa salida de un capítulo de 'Cuéntame cómo pasó'.
Se llama Pulpa Vintage, y ellos mismos se encargan de seleccionar (acuden regularmente a un centro de reciclado de ropa de Valencia en busca de gangas), reparar (cosen botones y arreglan costuras con sus propias manos), lavar y planchar cada prenda, una a una, antes de ponerla a la venta en esta tienda de 80 metros cuadrados decorada al más puro estilo vintage. Hasta los muebles y artículos de decoración (desde una cocina sesentera a una bicileta o un oso de peluche gigante) han sido seleccionados cuidadosamente (tanto que, por cierto, no se venden).
En prendas, no están especializados en ningún tipo de artículo, están abiertos a todo tipo de prendas, siempre y cuando "sea bonita, esté en buen estado, tenga aspecto vintage y sean de marca". El tema de las marcas no es algo que a ellos les preocupara demasiado, pero desde que están en España se han dado cuenta de que aquí la ropa vintage que gusta es la que tiene alguna firma conocida. "Al principio nos fijábamos más en que fuera ropa vintage, pero ahora el 80% de lo que traemos es de marca".
Cuentan con alrededor de 1.500 prendas en la tienda, que renuevan constamente: cada semana tienen cosas nuevas para poner a la venta, y al menos una vez al mes, renuevan por completo escaparate y percheros. Así que, si algo os gusta, no lo dejéis escapar, porque puede que cuando volváis ya no esté a la venta.