Cada vez hay más jugueterías diácticas y pedagógicas en Madrid, pero Lobo Feliz puede presumir de haber sido una de las primeras en apostar por la creatividad (Montesori triunfa por aquí), la imaginación (también estamos en territorio Waldorf) y la sostenibilidad (aquí la madera sí gana la batalla al plástico). Quizá por eso se ha ganado merecida fama como juguetería alternativa, que responde al lema que llevan por bandera desde su apertura: somos lo que jugamos. Y está en Malasaña, ¿dónde si no?
Time Out dice
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