No estamos en la campiña inglesa, pero la calle Antonio López, la última de Carabanchel antes de llegar a la orilla de la avenida del Manzanares, esconde un coqueto local que bien parece sacado de un paisaje escocés. Será porque fue allí, durante un viaje, cuando Ana y Luis pensaron en abrir un obrador de repostería artesanal con espacio de tienda gourmet y productos delicatessen tan viajeros como ellos. ¿Y el nombre? Pura inspiración: cardo, por ser la flor oficial de Escocia, y Olivo por ser el árbol mas importante de Jaén, de donde es Ana.
¿Qué hace una tienda como tú en un lugar como este? La respuesta es sencilla: algo está cambiando al otro lado de la M-30. Ese anillo fronterizo que rodea el centro de la ciudad se está poniendo guapo y atrayendo nuevos vecinos: comercios y tiendas que, sin perder la esencia del barrio, están haciéndose fuertes en los alrededores de la ciudad.
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