Un problema de piel para el que no encontraba solución, sumado a su origen francés (cuna de la cosmética orgánica) fueron el detonante que Sophie necesitaba para abrir Kosui, una tienda modesta (por su tamaño) consagrada a la cosmética natural, orgánica y vegana. El porqué es muy sencillo: "cada vez hay más personas interesadas por lo que llevan los productos que se aplican en la piel, por sus efectos a largo plazo, porque al final son productos que pasan por nuestras tuberías y no sabemos dónde acaban". Lo dice Sophie, propietaria de Kosui, en Chueca, cuna de nuevas tendencias, y esta llega pisando fuerte a la ciudad.
Herbera, Rudolph Care, Per Purr, Mamita Botanical, Evolve Beauty, Dr. Hauschka... y maquillaje de Ere Perez. Por cierto, vegano. Pero hay más, porque "hay gente que busca productos no solo que sean naturales, sino que sean limpios, lo más ecológico posible a nivel medioambiental". Eso se traduce en envases biodegradables, o de plástico reciclado y reciclable. Confirmando que “un producto tan superficial como la cosmética, también tiene valores”. Algo que, por cierto, tampoco está reñido con el sentido estético. A ella le gusta “que el packaging sea lo más bonito posible”.
Por cierto, en su tienda no hay diferenciación entre productos para hombres y mujeres, apuestan por la cosmética unisex. Y los presentan por tipo de producto (facial, corporal, cabello, maquillaje), no por marcas, para facilitar la elección a sus clientes. Y a ser posible, con envases bonitos.