¿Qué tienen que ver el País Vasco con Almería o Mallorca? Aparentemente poco. Pero en esta tienda abierta en un esquinazo de Malasaña, a espaldas de la Gran vía, parecen haber encontrado la clave para hacer que sus utensilios más tradicionales y sus costumbres hogareñas casen a la perfección. Una "conexión norte-sur" que no desentona para nada gracias al buen ojo que tiene Juan Manuel y que les han convertido en una de las tiendas de decoración de referencia en Madrid. Recorre la península de arriba a abajo en busca de piezas auténticas, con carácter, hechas por manos expertas y sobre todo artesanas, de esas que ya casi no quedan. Y si existen, sigue su rastro hasta que las localiza y las trae.
Eso es Hijo de Epigmenio, como un viejo almacén de piezas de cerámica o un comercio en el que tan pronto se despachaban mantas como tablas de madera para cortar el pan. Pero con una diferencia respecto a las tiendas de antes: su aspecto es muy de tendencia, con un espacio diáfano, grandes ventanales por los que pasa la luz hacia el interior, justo ahí donde residen todos estos objetos, a la vista, bien presentados y ordenados.
Lo curioso es que "ciertas piezas son muy imperfectas", y son las que más gustan a Juan Manuel (y a su clientela, "muy fiel y repetidora"), pero todas con algo en común: muy prácticas y funcionales, y artesanas 'made in Spain'. Desde cuencos y platos de cerámica pintada a mano en Níjar o piezas de alfarería de Sorbas (ambos en Almería), a la cerámica 'marmolada' tan tradicional del norte de Huelva (hecha con la técnica de 'la cuchara'), o la manta morellana, una artesanía "en peligro de extinción". Como un viejo almacén (muy de tendencia) en el que siempre hay sitio para algo más, por lo que lo mejor es pasarse por la tienda de Juan Manuel y dejar que os sorprenda con alguna pieza nueva.