Paseando por la calle León uno se topa con esta tienda, una boutique de aire industrial cuyas estanterías guardan las joyas que nacen de unas manos artesanas, las de Maite G. Tejedor. Ella es la autora de cada uno de estos tesoros, y nos encantan por su diseño, de líneas puras y geométricas, por su funcionalidad -dan ganas de llevar sus piezas todo el rato- y por su precio, sumamente asequible.
Colgantes, pulseras, anillos, brazaletes, pendientes... hechos con láminas de latón, que Maite trabaja en su tienda taller de la calle Almadén, también en el barrio de Las Letras. Ahí corta, pule y lija para después matear y bañar en oro de 24 kilates. Después, las piezas pasan por los esmaltes de color. Y el proceso continúa: vuelve a pulir, lijar y limpiar muy bien para evitar que al esmalte le salgan impurezas, como burbujitas de aire o motas de polvo. Por eso hay que secar muy bien y con sumo cuidado. El resultado son piezas únicas, hechas a mano y con un cuidadísimo diseño, que surge de la inspiración de Maite. ¿Es o no es un trabajo artesano?