De compras por... Velarde, la mejor calle de la ropa vintage y de segunda mano

Otro de los locales que están haciendo de Malasaña el paraíso de la ropa vintage. Esta tienda tiene una amplia colección de prendas que buscan por todo el mundo y sólo compran la que está en excelentes condiciones y a mayoristas registrados. Zapatos, cinturones, carteras, gafas de sol, corbatas… y todo tipo de prendas de cualquier estilo. Para hacerte una idea puedes pasarte también por su tienda online o hacer una visita virtual a través de su web.

“A medio camino entre la casa de la abuela y ese circo donde un señor con bigote, chistera y una ceja arqueada hacía saltar pulgas en una caja de cerillas, a las afueras de París”, así se define esta tienda de ropa de segunda mano y prendas vintage donde la estética, desde la entrada, no deja a nadie indiferente. Como si de un circo se tratara, bajo una carpa de franjas rojas y blancas, se encuentra una amplia selección de prendas vintage, bolsos, zapatos, gafas de sol y hasta cámaras fotográficas vintage en perfecto estado de conservación.

No es una tienda más, es como un viaje en el tiempo hacia otras épocas y estilos. Así es esta tienda de ropa de segunda mano, abierta precisamente en el paraíso de las compras vintage de Madrid: Malasaña. Y concretamente, en la calle Velarde, el 'place to be' para los amantes de la ropa de segunda mano. El color rojo fresa es lo más destacado estéticamente, aunque lo mejor es que se trata de ropa vintage seleccionada desde los años 70, 80, 90 y los 2000 (porque sí, los 2000 ya son vintage en el mundo de la moda). 

El mundo de la ropa vintage y de segunda mano es muy amplio. Tanto que hay tiendas que apuestan solo por ropa y accesorios de una época, estilo o tendencia. Como esta, Biba Vintage, la tienda de ropa vintage y de segunda mano especializada en sportswear. Entre sus marcas, Adidas, Nike, Asiscs, Fila, Ellese o The North Face, y entre sus prendas favoritas, chándal, polos y camisetas de equipos de fútbol. Además de zapatillas, bufandas de hinchas futboleros, chaquetas beisboleras, plumas, camisas, gorras...

Se definen a sí mismos como un espacio de estilo urbano, especializado en ediciones limitadas de sneakers y reediciones de zapatillas de las principales marcas deportivas y de street style. No apto para quienes se conforman con lo que todos llevan. Quien quiera ir más allá, solo tiene que pasarse por esta tienda para fanáticos de las zapas y dejarse impresionar. 

Amantes de la ropa vintage y de segunda mano, aquí tenéis una de esas direcciones imprescindibles para ir a la caza de las gangas. Tanto para chico como para chica. Su repertorio integra una extensa variedad de prendas de estilo americano: chaquetas y cazadoras de beisbol, botas de cowboy, camisetas de baloncesto... No os quedéis en el escaparate, entrad, buscad y no salgáis con las manos vacías. Lo que hoy ocupa sus perchas, puede que no vuelva nunca más. 

Sarah Jessica-Parker se quedó prendada de esta tienda de ropa de segunda mano y prendas vintage. La mayoría procedentes de Estados Unidos, que nos llevan directos a otras épocas y otras ciudades muy de película made in USA.

Es increíble como entre sus escasos metros cuadrados, podemos encontrar reliquias, vestidos de época, botas cowboy y sudaderas muy yanquis. Pero si tenemos que elegir entre todas las prendas, sin duda, hay una que atrae todas las miradas, incluidas las de Sarah: un vestido de novia confeccionado en chantilly, en el Chicago de los años 30. Lo que no sabía la actriz neoyorkina era que el vestido forma parte de la colección privada de Arantxa Martí, su propietaria, y solo sale de la tienda para producciones de cine o televisión. Pero no está a la venta.

Lo que sí vende son rarezas como un modelo de la diseñadora americana Laura Ashley de dos piezas, fechado en 1920, con falda de tafetán y cuerpo de tapicería que perteneció a una actriz de teatro de Nueva York. O unas crazy jacket originales de las Olimpiadas de Seúl 88 que pertenecieron al equipo abanderado de EE.UU. Y están nuevas, a estrenar, con etiqueta y todo. Igual que unos kimonos japoneses hechos a mano en seda, que por tener tienen hasta sello de autenticad.

Además de ropa, también tiene complementos: desde un bolso Loewe de los años 70 a uno de Lacoste de los 60s, con un cocodrilo de metal y más grande de lo habitual. Y mucha bisutería, como un conjunto de collar de tres vueltas y pendientes de perlas cultivadas de los años 50, o piezas de bisutería Art Decó de los países del Este hechas con cristal checo, y hasta algún que otro broche japonés.

Y todo eso sin contar su colección privada, en la que tiene verdaderas joyitas vintage. Lástima que no estén todas a la venta, porque son puro vicio.

Buena selección de moda vintage, retro y de corte indie. Eso reza su slogan y es justo lo que encontramos en el interior de esta tienda de Malasaña (tienen dos: una en Velarde, 6 y otra en Pez, 16), uno de los mejores barrios para los amantes de la ropa de segunda mano. Si os gustan los diseños retro de marcas como Stone Island, Wrangler, Champion, Lacoste, Londsdale y hasta firmas de lujo como Gucci, Missoni o Versace, este es el sitio.