Teatro de la Abadía
© Teatro de la Abadía | Teatro de la Abadía

Teatro de la Abadía

  • Teatro
  • Chamberí
María Sanz
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Time Out dice

Situado en una antigua iglesia, en el Teatro de la Abadía podría decirse que las obras no se ven, sino que casi, casi, se viven. Y es que, por las dimensiones de las instalaciones y la cercanía entre actores y público, la intensidad suele ser algo característico de sus funciones, así como la creación de atmósferas y ambientes que resulta fácil que terminen por envolverte. Además de su programación teatral, en este teatro también es posible asistir a exposiciones o inscribirte en alguno de los talleres y cursos que organizan.

Temporada 23-24

Toda la programación de la temporada en curso la tienen recogida en esta sección de su página web. En ella, además de los espectáculos y eventos que están por venir, también muestran un histórico de los ya finalizados.

Consulta su programación

Comprar entradas

La adquisición de entradas para acudir a los espectáculos que programan en el Teatro de la Abadía puede realizarse a través de su página web: arriba, a la derecha, verás un botón rojo en el que puede leerse 'Entradas'. Haz clic en él y podrás iniciar el proceso. En caso de que prefieras la presencialidad, siempre puedes acudir a la taquilla.

Horarios de taquilla

La taquilla está abierta de martes a sábados, de 17 a 21 h; y los domingos, entre las 17 y las 20 h.

Dónde está

La dirección del Teatro de la Abadía es la de calle Fernández de los Ríos, número 42.

Cómo llegar

Para llegar hasta el Teatro de la Abadía puedes tomar la línea 2 de metro, hasta Quevedo; la 2 y la 7, hasta Canal; o la 7, hasta Islas Filipinas. Si prefieres el autobús, las líneas 2, 16, 37, 61 y 202 de la EMT cuentan con paradas en los alrededores de estas instalaciones. Si, por el contrario, eres más de recurrir a tu vehículo propio, también podrás hacerlo para desplazarte hasta aquí. Eso sí, probablemente, tengas que decantarte por un parking a la hora de aparcar. Los más cercanos se encuentran en el número 26 de la calle Galileo o en el número 28 de la calle Meléndez Valdés.

Contacto

Para contactar con el Teatro de la Abadía puedes hacerlo rellenando el formulario que encontrarás en la sección de 'Contacto' de su página web. También puedes llamar por teléfono al 91 448 16 27, si lo que quieres es hablar con taquilla. Deberás hacerlo, eso sí, de martes a sábado, en horario de 17 a 21 h; y los domingos, de 17 a 20 h. Si con quien quieres hablar es con administración, entonces el número es el 91 448 11 81 y el horario, de lunes a viernes, de 12 a 19 h.

La información relacionada con los musicales y obras de teatro que puedes ver en Madrid la encontrarás aquí.

Detalles

Dirección
Fernández de los Ríos, 42
Madrid
28015
Transporte
Quevedo (M:L2), Canal (M:L2, L7) e Islas Filipinas (M:L7) | Autobús: líneas 2, 16, 37, 61 y 202 | Vehículo propio
Precio
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Horas de apertura
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Qué ocurre

Viejos tiempos

3 de 5 estrellas
Hay algo extraño desde el mismo inicio de la obra. La cadencia lenta del montaje permite paladear cada frase de los actores, cada mirada, cada giro en el texto, cada grieta en una acción que abre interrogantes que cada cual se lleva para tratar de responder en soledad o en compañía, quizás inútilmente, porque las relaciones son misteriosas de por sí y aspirar a una humanidad diáfana, cuando se trata de Harold Pinter, es poco menos que un imposible. Hay algo muy "pinteresco" y muy bien derramado sobre una puesta en escena pulcra, firmada por Beatriz Argüello, que bebe del cine clásico, del jazz, de Ella Fitzgerald, de aires pictóricos que abonan la sensación de soledad como si de un cuadro de Hopper se tratara. Tres almas perdidas que, en su reencuentro, buscan desesperadamente certificar un pasado que dé sentido a sus presentes. La llegada inesperada de Anna (Marta Belenguer) trastoca para siempre la tranquila vida en pareja de Kate (Mélida Molina) y Deeley (Ernesto Alterio). Una vida que probablemente se sostenía en un hilo tan fino que bastaba esta repentina aparición para que todo se pusiera patas arriba. Anna y Kate fueron muy amigas 20 años atrás y en Deeley aparece, frente a su reencuentro, un sentimiento complejo que el actor expone en una interpretación llena de tics que van descomponiendo su edificio personal. Hay alcohol de por medio, pero eso no lleva la acción a un terreno tan pantanoso como podría suceder en una obra, pongamos, de Tennessee Williams, aunque...

Mariana

Luz Arcas y Le Parody llevan al Teatro de La Abadía, dentro del Ciclo de los milagros, un espectáculo que se adentra en la conexión entre el cuerpo, el trabajo y las raíces culturales a través del baile y el cante. 'Mariana' está impregnada de referencias a animales de carga femeninos como la cabra, la mula o la burra y utiliza estas figuras para hablar del cuerpo como fuerza productiva, capaz de sostener generaciones a lo largo de la historia.

Orestíada

En 'Orestíada', el prestigioso director Ernesto Caballero lidera una adaptación de Karina Garantivá sobre la obra de Esquilo que conecta el mito griego con la actualidad, vinculando los textos helenos con la justicia en el presente. En esta tragedia, Orestes, tras haber asesinado a su madre Clitemnestra en venganza por la muerte de su padre Agamenón, es perseguido por las Furias, espíritus de la venganza que reclaman justicia. En su intento por encontrar la redención, el protagonista es defendido por Apolo y llevado a juicio en Atenas

Los Yugoslavos

El propio Juan Mayorga cerrará la temporada del teatro que dirige, La Abadía, con una obra suya que ha tardado unos años en ver la luz de las tablas, 'Los yugoslavos', que también va a dirigir con un reparto de lujo: Luis Bermejo, Javier Gutiérrez, Natalia Hernández y Alba Planas. Se trata de una de esas obras de Mayorga que encuentra un disparadero en la vida cotidiana. En este caso, concretamente en un bar, donde un camarero oye hablar a un cliente y le pide que hable con su esposa. Los personajes protagonistas son dos hombres que intercambian palabras y dos mujeres que intercambian mapas. Ninguno de ellos pisó aquel país que se llamaba Yugoslavia. El título alude a un lugar donde quizá se reúnan personas que tendrían en común haber nacido en un lugar que ya no existe. El propio Mayorga recuerda cómo su abuelo, que tenía un bar, volvía cada noche a su casa contando historias fascinantes que vivía con los clientes. El tema de la obra es uno de los más recurrentes del dramaturgo y académico madrileño: lo que hacemos con las palabras y lo que las palabras hacen con nosotros.
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