Clara Ingold en 'Paloma de Parque'.
Clara Ingold en 'Paloma de Parque'.
Clara Ingold en 'Paloma de Parque'.

Los mejores monólogos de Madrid

Nuestros espectáculos favoritos de la ciudad, tanto los stand up como otros formatos para reír a carcajadas

Publicidad

El monólogo es tan antiguo como el teatro, es casi el origen del teatro, la esencia que representaron esas personas que se paraban en cualquier lugar a contar cosas, como verdaderos hombres y mujeres orquesta, arremolinando gente alrededor para estimular su imaginación, su conocimiento o su risa. Género infinito, ha usado siempre el humor para atraer la atención y conservar en la memoria relatos a veces elevados y a veces populares, y la modalidad del stand up ha llevado en las últimas décadas esta modalidad escénica a cotas de irreverencia e ingenio que la ha hecho muy célebre. Hoy es una de las opciones de ocio preferidas por gente de toda edad y condición. Aquí os damos unas cuantas
recomendaciones, mezclando el puro monólogo de humor con otros espectáculos cómicos
de formatos y temáticas variadas y obras unipersonales de esencia teatral.

RECOMENDADO: Las obras imprescindibles de la cartelera madrileña

  • Lavapiés

La mallorquina Clara Ingold pasa dos días por Madrid y no os la deberíais perder si os va el humor con retranca política. Presenta en el Teatro del Barrio su segundo espectáculo en solitario y habla de autodestrucción, individual y colectivamente. Todo parte de anécdotas y vivencias personales que caen como chistes afilados, porque si algo tiene esta cómica de particular es el uso del lenguaje viperino para hablar de los problemas de su  generación, yendo de lo pequeño a lo universal. “Es de la mierda desde donde se hace la mejor comedia”, dice ella, que no duda en apelar a la risa como herramienta de denuncia. La actriz combina el formato monólogo stand up con canciones que compone y canta ella misma, con igual  dosis de humor absurdo, ironía y autoparodia, porque ya se sabe que el mejor cómico es el que se ríe abiertamente de sí mismo. Y ahí es donde entran temas como el autoboicot, las relaciones, los ideales de belleza, el canon estético cuando eres mujer…
Una celebración, en definitiva, donde cabe tanto el drama como, sobre todo, la comedia.

  • Madrid

Auténtico hombre orquesta, siempre haciendo gala de su seriedad cómica o de su humor un poco mal encarado (de mentirijilla, ya sabes), Alex O’Dogherty ya no tiene medida, ya le da lo mismo todo, ya no mide las palabras. Chistes en momentos inapropiados, inteligencia artificial, su propio entierro o los nazis buenistas… todo cabe en su nuevo espectáculo que, además, ofrece momentos musicales donde lo mismo cabe un rap que un romancero. Un espectáculo muy diferente a todo lo que ha venido haciendo hasta ahora, porque este hombre tiene un cerebro donde hierven las ideas y se le cruzan las historias y es capaz, como él mismo dice, de ser todavía más imbécil que en los shows precedentes. No mide las palabras, y juega con ellas que es un gusto. Tiene palabras para todo dios y, como ya es más mayor, son palabras mayores. Eso sí, no soporta esas palabras no solicitadas y las que desperdician esos que llama los opinadores, los opinólogos, los que lo mismo te hablan de deportes que de cocina que de política o de los cuerpos de la gente. Se va a quedar muy a gusto. Y tú, con la mandíbula desencajada de tanta risa.

Publicidad
  • Moncloa-Aravaca

Ahora que triunfa en la tele con su primer late night, estrena al mismo tiempo su primer espectáculo cómico teatral en solitario. Está que lo peta Henar, y no es para menos, porque esta cómica madrileña, que ya casi roza el millón de seguidores en Instagram, es capaz de ser mordaz y auténtica haciendo lo que le sale del coño con mucho arte. Su naturalidad, su tono reivindicativo, su compromiso con el feminismo y su humor salvaje son algunas de las claves de su éxito, y todo ello lo vamos a encontrar en la consulta de esta chochoctora, uno de sus personajes más icónicos, que eleva la voz una vez más contra este sistema que oprime la sexualidad de las mujeres. Performance, versiones de canciones con letras inéditas y un constante apelar a la participación del público seguro que harán de este show un momento inolvidable y, sobre todo, muy divertido. Coge cita, que seguro que te la dan más rápido que en la sanidad pública madrileña, y aprende a estimularte el punto G de la risa.

Un tío que es capaz de tenerte 100 minutos sentado en una butaca sumido en un descojono continuo es un pequeño gran genio. Y eso que, desde que es cómico, David Navarro no ha dejado de enfadarse con todo aquel que le hacía la vida imposible y con todo lo que le ponía de los nervios. Quizás ese es su secreto, que dice lo que todos pensamos, que nos identificamos muy fácilmente con esas historias y que nos hacen mucha gracia, sea por su fidelidad a la realidad, sea por ese toque con acento de Jaén que tan particular hace su forma de humor. Ahora, en una vuelta de tuerca más, va a hacer lo propio consigo mismo, va a dirigirse hacia sí mismo los dardos, porque es que él tampoco tiene remedio y va a exponer todos sus pecados, sus manías, va a hablar de lo insoportable que puede llegar a ser. ¿Por qué lo hace? Pues, parece ser, porque a estas alturas ya le toca buscar redención, buscar el perdón de dios o de quien sea, tú mismo que vas a ir a verle a La Latina un viernes de estos.

Publicidad
  • Chueca

Para toda una generación, coger el teléfono y decir "digamelón" es como un santo y seña, y una prueba de que en los 80 y los 90 vivimos pegados a la tele esperando los programas de Martes y 13, sobre todo los especiales de Nochevieja. Millán Salcedo estrena en Madrid su nuevo espectáculo unipersonal tirando de sus gracias de siempre, que no caducan. Él tampoco caduca, a pesar de que la vida le ha dado algún que otro toque en forma de ataque de epilepsia. Así lo cuenta el propio cómico, que se juró no volver a actuar nunca más, pero aquí está. Estuvo algún tiempo retirado pero antes de caer en las redes de la teletienda, se dijo a sí mismo que ya está bien, que sí, “jate tú”, que se podía volver a poner las pilas y ofrecer un “retonno”. “No me importa ser mi propio biógrafo en vivo y en directo. Tengo anécdotas tan increíbles, que sería una pena que el espectador no las disfrutase. Estoy encantado de ser el de la empanadilla de Móstoles o el de la cocreta de Alcorcón”. Así dice Millán, que ha venido a contar toda la verdad, aunque parezca mentira.

  • Almagro

Miguel Noguera lleva años demostrando que no hay nada ni nadie que se le parezca, que su humor es tan genuino que no ha necesitado cambiar el concepto de su monólogo, sin dejar de renovarlo constantemente. Solo en escena, cada noche coge 20 o 30 ideas, ocurrencias, imágenes mentales, pensamientos y los va desgranando uno a uno según le place, acompañándose de sus propios dibujos y fotos hechas con el móvil, que suele proyectar para acompañar sus relatos. Él se apunta las cosas antes de salir a escena, y puede que a priori no tengan nada de cómicas, pero su alucinante mecanismo improvisatorio provoca divagaciones inesperadas que lo mismo suenan a telepredicador que a estudiante adolescente que se habla al cuello. Eso sí, siempre comienza con un breve canto improvisado, cuyo contenido e incidencia comenta inmediatamente después de cantarlo, y termina con la lectura de un texto autorreferente a modo de despedida.

Publicidad
  • Madrid

Qué vamos a decir a estas alturas que no hayamos dicho ya de estos dos, los putos amos, los maestros de todos los cómicos de este país y parte del extranjero. Son los más grandes y los más imitados y siguen incombustibles y acaban de parir un nuevo espectáculo, sin duda, dicen ellos, el más rupturista de su larga trayectoria. Abandonan la sensatez, dicen… ¿alguna vez la tuvieron? Son para mear y no echar gota. Siempre han hecho lo que les ha dado la gana y, ahora que son ya casi los abuelos del humor, pues con más razón. ¿Y de dónde sale ese título, 17 veces? La explicación es puro faeminismocansadismo: "Según la tradición Kaon Lin de la bimilenaria cultura china, el dios Kuan Lon, la única deidad que vive en una cantimplora, permite a un ser humano gozar de clarividencia 14 veces en una vida. Nosotros nos pasamos por el forro la tradición Kaon Lin de la bimilenaria cultura china, como otras muchas, y sostenemos que 14 son pocas y que vamos ya por 17". Galopando desbocados por la metáfora y la locura. ¡Hombreeeee!

Vale, igual esto no es estrictamente un monólogo. Quizás son muchos pequeños monólogos entrecruzados, dichos por dos cómicos que lo han partido desde que empezaron con sus vídeos en las redes. Son Pantomima Full, o lo que es lo mismo, Rober Bodegas y Alberto Casado. Lo que tiene de especial verles en directo es que no hay edición, no hay cortes, los chistes van a pelo, manuales, ellos y el público de tú a tú. Es lo que tienen las cosas hechas a mano, como reza el título, que tienen un valor especial, como el pan de espelta y la cerámica de tu tía la del pueblo. Como ellos mismos dicen, bien cargados de sarcasmo, este es el tercer espectáculo del dúo, así que "tan malo no será si la gente se ha zampado el primero y luego el segundo. Ofrece más de lo mismo, esto es así, hemos encontrado una fórmula que nos funciona y vamos a exprimirla. Es lo que haría cualquiera".

Publicidad
  • Embajadores

Lo de esta mujer es fuerte, es muy hardcore, ya lo dice el título de su espectáculo. No se corta un pelo y su único objetivo es que la gente se olvide de sus problemas durante un rato y se deje llevar por el humor sin filtros de esta cómica andaluza que, como dato curioso y fuerte también, ha triunfado en los Estados Unidos de América. También ha estado en Got Talent, ha currado en el programa de José Mota, en Gen Playz y ha conseguido hacer virales varios de sus monólogos en Internet. En 2023 se hizo merecedora del Premio Arcoiris por su trayectoria como activista por los derechos LGTBIQ+ y por su labor incansable en defensa del pueblo gitano y del pueblo judío, ambos masacrados por los nazis en el terrible episodio del Holocausto. Hardcore es, por otro lado, ejemplo de su destreza a la hora de improvisar y de su autenticidad, rompiendo con todo lo políticamente correcto para consagrarse a generar la risa del público. Eso sí, no es un show apto para los que ponen límites al humor.

  • Centro

Seguro que te has encontrado algún vídeo de la Isa pasando el dedito por los reels de insta. Inmediatamente te engancha con sus pintas de diva de barrio, quintaesencia del chonismo, a mucha honra, orgullo de leopardo, de abrigo de leopardo del Bershka, claro. Isabel Rey derrocha naturalidad y humor ácido, que parece maja pero de pronto te suelta una fresca que te quedas tiesa, niña. Espontánea y alérgica al postureo, ella es así, es auténtica, es más de barrio que una mercería. A través de sus recuerdos, Isabel reclama que vivimos en un mundo en el que fingimos felicidad a través de una pantalla para enseñarlo a los demás y luego estamos más amargados que Cristo clavado en la cruz. Chonismo nostálgico de los 2000, cuando todavía las redes eran las de pescar o las de la mesa de pinpón. Tiene además una facilidad pasmosa para interactuar con el público y llevárselo de calle, porque ella es muy de calle, es directa y va a tope con la gente fiel. Te vas a reír y te vas a acordar de cosas que molaban, porque antes molábamos. Y la cosa acaba con musicote. ¡Vamos niño, vamos loko!

Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad