Días de calor

Los días tórridos del verano en la ciudad reblandecen los cerebros, eso lo sabemos todas. Algo pasa en el piso de Azucena y Rosa, que llevan viviendo juntas apenas dos semanas. La cosa empezó bien, una convivencia tranquila y fluida. Pero de pronto la cosa cambia. De repente Azucena se empieza a comportar de un modo extraño. Le manda recados sin parar a Rosa y ella no sale de casa. Por las noches, le insiste para que mire por la ventana, le pide que baje a asomarse al portal a altas horas de la madrugada a ver si hay alguien… ¿si hay alguien dónde, tía? Rosa empieza a estar harta, porque lo único que quiere ahora en la vida es ver su novela favorita, 'Derecho de amar', y le revientan los miedos absurdos de Azucena. ¿Qué está pasando? ¿Son paranoias? ¿Nadie quiere hacerles daño? Rosa no sabe que en unas horas se van a ver enredadas en una situación de la que no podrán escapar fácilmente.