Nunca se sabe dónde están los auténticos héroes de las guerras, y puede que el de la Segunda Guerra Mundial fuese el físico alemán Werner Heisenberg. Su misterioso encuentro con su profesor, Niels Bohr, en Dinamarca y lo que allí hablaron es el detonante de 'Copenhague', una obra del autor inglés Michael Frayn que ahora dirige Claudio Tolcachir en el Teatro de la Abadía. Ya no es posible resolver esta incertidumbre histórica, aunque Carlos Hipólito, el actor que le da vida, tiene unas cuantas hipótesis que compartir con nosotros.
Para ti, ¿cuál es el epicentro de la función?
Anecdóticamente, el encuentro entre Niels Bohr y Werner Heisenberg, qué pasó para que estos dos científicos, que eran amigos, no volvieran a verse nunca más. Pero yo creo que el epicentro emocional es la necesidad de ambos por entender las razones del otro. La situación que plantea Frayn es un ir y venir en el tiempo de estos personajes y nos van perfilando lo que fue su relación.
¿Cuál ha sido el mayor reto de afrontar un personaje como Heisenberg?
Es un personaje interesantísimo, fue el jefe de armamento de investigación nuclear de Hitler, pero él no pertenecía al partido nazi. Hay dos teorías: una, que no supo hacer los cálculos para hacer la bomba atómica, y otra, que sabía cómo fabricarla, pero no quiso darle a Hitler esa arma. Frayn sostiene que él acudió a Bohr para buscar ayuda moral. En la realidad, Heisenberg fue denostado públicamente por colaboracionista. Si la teoría que la obra defiende es la cierta, fue un héroe. De todas formas, el personaje que tú tienes que hacer es el que ha escrito el autor. El que ha escrito Michael Frayn está lleno de necesidad de aprobación por parte de su maestro.
¿Qué papel juega Margarita en el encuentro entre Bohr y Heisenberg?
En la obra, es el nexo entre estos personajes y el público. En varios momentos de la obra actúa como narradora de lo que está pasando, y por otro lado les apela a que hablen en un lenguaje sencillo, como si identificara al público con ella misma. Perfila también la relación entre ellos dos. Ella sitúa las cosas en su lugar que intenta ser más objetivo.
¿Crees que verdaderamente no hizo la bomba atómica porque no quiso?
Ahora mismo sí. Y si fue realmente así, este tipo fue muy valiente y tratado después injustamente.
De las diferentes variaciones sobre su encuentro, ¿cuál es la que a ti te resulta más impactante?
Es un policial cuántico, según Claudio Tolcachir, el director. Al final se produce un momento muy mágico, cuando se dan cuenta de lo que realmente pasó.
¿Qué es lo que te parece más singular del trabajo con Claudio Tolcachir?
Es la tercera vez que trabajamos juntos, y repetiré siempre que pueda. Tiene un enorme talento, y una manera de trabajar aparentemente sencilla. En 'Copenhague' se habla de uranio, pero se habla de amor, del horror de la guerra, de las consecuencias que tienen las decisiones. Todo ese subtexto necesita un director que lo saque a la luz.
¿Cómo ha sido pasar de interpretar al padre de Billy Elliot a hacer el papel de Werner Heisenberg en 'Copenhague'?
Siempre me ha gustado cambiar de género, esa es la gimnasia para los intérpretes, por eso me apetecía hacer un texto de reflexión, de palabra. Y estoy feliz de volver trabajar con Emilio Gutiérrez Caba y de conocer a Malena Gutiérrez, a quien adoro.
¿La ciencia es ideología?
La ciencia no es ideología. Sí lo es la utilización que se hace de la ciencia. Generalmente los hallazgos de los científicos luego son usados por políticos para construir armas y utilizarlas en guerras que ellos mismos provocan.