El prestigioso coreógrafo francés Boris Charmatz lleva al Conde Duque dos piezas que exploran su legado artístico: '(untitled)' (2000), de Tino Sehgal, donde participa como intérprete, y 'SOMNOLE' (2021), un solo que condensa sus intereses tras más de tres décadas de carrera.
Charmatz es conocido por cuestionar y redefinir los límites de la danza, sometiéndola a limitaciones que expanden sus posibilidades. Su trabajo, desarrollado en proyectos como la escuela efímera Bocal, El Musée de la danse y Terrain, se sitúa en la intersección entre la teoría y la práctica, conectando contextos diversos (desde museos hasta espacios al aire libre) con el cuerpo que baila.