Alba Flores

Alba Flores: "Es terrible cómo han hecho que todas las palabras tengan que ver con el dinero"

La veréis en el Teatro del Barrio enfrentándose a Bertolt Brecht (aparte de interpretando a Nairobi en la T3 de 'La casa de papel')

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Hoy os presentamos a La Extraña Compañía, una 'rara avis' del 'off', a caballo entre lo mediático que aporta Alba Flores y el pensamiento crítico que pretende despertar. Proponen una revisión profunda de Bertolt Brecht a partir de La excepción y la regla. Habla Alba, actriz de teatro independiente.

¿Cómo nace La Extraña Compañía?
Nace de unos talleres que impartía Catalina Lladó, que lleva años investigando sobre el teatro de Brecht. Después de seis años nos habíamos juntado unos cuantos que teníamos ganas de seguir el camino de aprendizaje con el público.

¿Quiénes son sus socios fundadores?
Todos los que participan en el montaje son socios.

¿Cuál es la filosofía de la compañía?
Queremos buscar un lenguaje propio inspirándonos en Brecht. También seguimos un principio brechtiano, que el teatro sea de utilidad para la gente, a la par que divertido. Queremos acceder a audiencias que no suelen ir al teatro.

¿Cómo os habéis planteado el espectáculo?
En el Teatro del Barrio al final de cada función hacemos un coloquio donde el público comparte la experiencia. Está siendo muy rico. También estamos encontrándonos con gente que nos alienta a que pueda hacerse en institutos o para población excluida.

¿Por qué elegisteis La excepción y la regla?
Es una pieza didáctica, más abarcable que otras obras para una compañía pequeña. Se escribió en 1930 para ser representada en sindicatos, institutos, fábricas... Hacía honor a lo que nos había unido como compañía.

¿Qué aporta, en tu opinión, este montaje? ¿Qué lo diferencia o singulariza?
Al menos, es poner en pie a un autor que no se monta mucho. Nosotros hemos ido avanzando en un lenguaje propio, intentando darle un cuerpo a sus escritos. También hemos puesto el acento en el valor de la fraternidad, como el propio Brecht, desde cómo nos hemos conformado como compañía.

¿Qué esperabas de la respuesta del público?
No es una obra de teatro al uso, ni en el sentido comercial ni en el experimental. Esperábamos un poco de descoloque con el tipo de lenguaje, pero al final no ha sido tanto. Todo el mundo está con muchas ganas de pensar, en cuanto le das un poco la oportunidad de comunicarse.

¿Es esta tu primera incursión como empresaria teatral independiente?
[Risas] ¡Por favor, no me llames empresaria!

Vale, ¿cómo quieres que te llame?
Somos una asociación. Es terrible cómo han hecho que todas las palabras tengan que ver siempre con el negocio y el dinero.

Desde esta asociación, ¿cómo estás viviendo el proyecto?
Lo estoy pudiendo vivir gracias a la colaboración entre personas, al tiempo y el esfuerzo de mis compañeras.

¿Qué funciona y qué debería mejorar, en tu opinión, en el circuito teatral?
Debería haber una intermitencia para actores, como en Francia. Y se podría apoyar mucho más a las compañías que empiezan. Para ciertas ayudas te piden años, ¿cómo vamos a empezar si no nos ha ayudado nadie? Es un círculo vicioso.

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